La moneda mexicana, el peso, ha alcanzado su valor más alto frente al dólar estadounidense en siete años, mientras el presidente celebra su fortaleza, pero los analistas advierten de efectos secundarios perjudiciales para las exportaciones y las remesas.

El peso mexicano se encuentra entre las divisas que mejor se han comportado este año, con una subida del 12% frente al dólar estadounidense, tras cerrar el año pasado con un alza de alrededor del 5%.

Se espera que las ganancias del peso continúen, ya que los flujos de dinero siguen entrando en el país atraídos por los mayores rendimientos, que se han vuelto más atractivos como consecuencia de la subida de tipos del banco central.

Pero el reciente fortalecimiento de la divisa mexicana hasta unos 17 pesos por dólar estadounidense, desde los 19,50 pesos por billete verde del pasado diciembre, encarece las exportaciones mexicanas.

"Una apreciación prolongada del súper peso podría ser más perjudicial que benéfica", dijo Guillermo Mateos, analista de Banco Base, señalando que podría desacelerar las exportaciones al encarecerse.

En abril, el valor de las exportaciones cayó un 2,9% interanual.

El valor del peso también repercute en la competitividad del gran sector industrial mexicano, y los sindicatos advierten de que la competencia con los productos asiáticos se endurece a medida que el peso sube, ya que las importaciones se abaratan relativamente.

Las remesas también se están viendo afectadas, ya que un dólar más débil se traduce en menos pesos al convertirlos, especialmente en un entorno de elevada inflación.

De hecho, Banco Base prevé que las remesas pierdan más del 10% de su poder adquisitivo si el tipo de cambio peso-dólar se mantiene estable.

El presidente Andrés Manuel López Obrador se ha referido repetidamente a las ganancias del peso -que no controla- como una señal indirecta de las políticas presupuestarias de austeridad de su administración. Pero el líder populista rara vez reconoce el lado negativo de una moneda local más fuerte.

"Ya están hablando del milagro mexicano, del sueño mexicano", dijo en una reciente conferencia de prensa, refiriéndose a la actual racha ganadora del peso.

El turismo también podría verse afectado, ya que el tipo de cambio perjudica a los viajeros, que además recibirían menos pesos que antes, dijo Jonathan Zuloaga, analista de Columbus de México.

El peso mexicano se encuentra entre las monedas más líquidas del mundo desde que el país adoptó un tipo de cambio de libre flotación en 1994.

Las apuestas por un peso aún más fuerte en la Bolsa Mercantil de Chicago han crecido desde marzo. La semana pasada, las posiciones a favor de la ganancia de la divisa ascendieron a 78.809 contratos, una de las cantidades más altas desde 2020.

Analistas encuestados por Citibanamex ven una tendencia similar, esperando que el peso se aprecie a 18.32 pesos por dólar, desde 18.70 pesos, para finales de este año. (Reportaje de Noe Torres; Redacción de Valentine Hilaire; Edición de David Alire Garcia y Diane Craft)