A las bolsas europeas les espera un comienzo agitado el viernes, con los futuros apuntando a la mayor caída porcentual diaria en meses, sacudidas por la escalada de las tensiones en Oriente Próximo.

Los comentarios del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, de que el país haría daño "a quien nos haga daño o planee hacernos daño" avivaron los temores a una guerra más amplia. Israel se está preparando para la posibilidad de un ataque de represalia por el presunto ataque aéreo israelí del lunes contra la embajada de Irán.

Eso quitó brillo a la carrera estelar de Wall Street en una caída tardía el jueves, que dejó a las acciones asiáticas en un mar de rojo e hizo saltar los precios del petróleo.

Es poco probable que Europa se salve también, ya que los futuros del índice EURO STOXX 50 ya han bajado más de un 1,5%, un gran movimiento para la hora asiática.

Los futuros del FTSE británico cayeron igualmente más de un 1,4%.

El riesgo de una guerra prolongada entre Israel y Hamás -que en su día quedó eclipsado por la alegría de los recortes de tipos a escala mundial- ha vuelto a primer plano. Eso está resultando ser un comodín para los banqueros centrales, justo cuando los mercados reevalúan sus expectativas de recortes de tipos de la Reserva Federal este año.

El presidente de la Fed de Minneapolis, Neel Kashkari, un conocido halcón, llegó a decir que puede que ni siquiera sea necesario recortar los tipos este año si el avance de la inflación sigue estancado.

Los futuros del Brent por encima de los 90 dólares el barril probablemente tampoco estén ayudando a los argumentos a favor de la relajación.

Todo esto se produce antes de un informe clave sobre el empleo en EE.UU. que se publicará más tarde el viernes y que podría hacer o deshacer el caso para un primer recorte de tipos de la Fed en junio, que parece haberse convertido en un juego del gato y el ratón.

El sorprendente crecimiento del sector manufacturero estadounidense a principios de semana ayudó a impulsar al dólar hasta máximos de más de cuatro meses, mientras los operadores recortaban las apuestas a un inminente ciclo de relajación de la Fed, para luego dar marcha atrás tras la publicación días después de una encuesta poco alentadora del sector servicios estadounidense.

Las expectativas para los datos del viernes son que las nóminas no agrícolas hayan aumentado en 200.000 puestos de trabajo en marzo, junto con señales tentativas de que las condiciones del mercado laboral en la mayor economía del mundo se están relajando, aunque a un ritmo moderado.

Acontecimientos clave que podrían influir en los mercados el viernes:

- Ventas minoristas de la zona euro (febrero)

- Precios de importación de Alemania (febrero)

- Reapertura de las subastas de deuda pública británica a 1, 3 y 6 meses

- Nóminas no agrícolas de EE.UU. (marzo)