La propuesta prevé que el gobierno central -que comprende el Tesoro, el banco central y la seguridad social- termine el año próximo con un superávit primario de 2.800 millones de reales (565,7 millones de dólares), ciñéndose al objetivo oficial de déficit cero.

La cifra supondría un giro significativo respecto al déficit primario de 145.400 millones de reales previsto por el gobierno para este año.

Su viabilidad es vista con escepticismo en el mercado, principalmente por su sustancial dependencia de iniciativas cuya capacidad de generar ingresos sigue siendo incierta o que penden de la aprobación del Congreso, donde el gobierno del presidente izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva carece de una mayoría consolidada.

Este paquete de medidas incluye cambios aprobados por el Congreso en la normativa sobre juicios fiscales que elevan el listón para que las empresas impugnen con éxito sus facturas tributarias, pero también incluye otros proyectos de ley que están pendientes de votación, como la regulación de las apuestas deportivas, junto con propuestas de ajustes fiscales para fondos de inversión cerrados y extraterritoriales.

El ministro de Finanzas, Fernando Haddad, expresó su confianza en los esfuerzos fiscales del Gobierno en una rueda de prensa celebrada el jueves, en la que citó las iniciativas de aumento de los ingresos enviadas recientemente.

Destacó un nuevo proyecto de ley destinado a formalizar una sentencia judicial que dicta que los descuentos en el impuesto de sociedades concedidos por los estados ya no pueden utilizarse para reducir los ingresos imponibles de las empresas a efectos de los ingresos federales.

Anteriormente, el jueves, el gobierno también envió al Congreso otro proyecto de ley dentro del paquete para aumentar los ingresos mediante la prohibición de que el instrumento de pago a los accionistas "intereses sobre el capital" (JCP) se deduzca de las obligaciones fiscales de las empresas, a partir de enero de 2024.

La propuesta presupuestaria se basaba en las previsiones del gobierno de un crecimiento del PIB del 2,3% y una tasa de inflación del 3,3% para 2024.

Sin embargo, los economistas privados encuestados semanalmente por el banco central mantienen una perspectiva más pesimista, estimando que la economía se expandirá un 1,33% el próximo año y la tasa de inflación alcanzará el 3,87%.

(1 $ = 4,9493 reales)