El grupo de presión de las compañías aéreas, la IATA, se reunió esta semana con funcionarios del gobierno brasileño para discutir los elevados costes a los que se enfrentan los transportistas en el país y que, según ellos, han obstaculizado los esfuerzos del presidente Luiz Inácio Lula da Silva por reducir las tarifas aéreas.

La demanda de viajes aéreos en la mayor economía de América Latina ha sido fuerte, pero las compañías aéreas se quejan de los costes operativos, como los elevados precios del queroseno y los excesivos litigios, al tiempo que luchan por aumentar la capacidad y hacer frente a los problemas de la cadena de suministro.

El gobierno se ha afanado por encontrar formas de hacer más asequibles las tarifas aéreas, ya que los precios de los billetes golpean el principal índice de inflación al consumo de Brasil.

Las medidas adoptadas hasta ahora han incluido líneas de crédito para financiar planes de mantenimiento de motores, y el gobierno ha dicho anteriormente que estaba trabajando para estructurar un fondo de hasta 6.000 millones de reales (1.210 millones de dólares) para ayudar a financiar a las compañías aéreas.

"Necesitamos que este gobierno ayude a la industria", dijo a Reuters el vicepresidente regional de la IATA para las Américas, Peter Cerda, antes de reunirse con el vicepresidente Geraldo Alckmin y otros ministros del gabinete.

"Es fundamental", dijo, señalando que los transportistas de Estados Unidos y Europa han recibido apoyo gubernamental.

Las principales aerolíneas brasileñas han pasado apuros financieros en los últimos años tras la crisis de la pandemia del COVID.

LATAM Airlines salió de la quiebra en 2022, mientras que Gol solicitó la protección por quiebra en Estados Unidos el mes pasado. Azul reestructuró su deuda en 2023.

La IATA había instado anteriormente al gobierno de Brasil y a la petrolera Petrobras a modificar el precio del combustible para aviones en el país con el fin de reducir los costes, pero la petrolera estatal se ha resistido a la propuesta.

Petrobras, responsable de la mayor parte de la actividad de refinado del país, afirma que lleva bajando los precios desde el año pasado y que el mercado brasileño está abierto a la libre competencia.

(1$ = 4,9639 reales) (Reportaje de Gabriel Araujo Edición de Bill Berkrot)