NACIONES UNIDAS, 31 jul (Reuters) - El secretario general de la ONU, António Guterres, celebró el lunes la disposición de Kenia a liderar una fuerza internacional para ayudar a la policía de Haití a combatir la violencia de las bandas y animó a otros países a unirse al esfuerzo.

Kenia se dispone a desplegar 1.000 agentes de policía para contribuir a formar y asistir a la policía de Haití a "restablecer la normalidad en el país y proteger las instalaciones estratégicas", declaró el su ministro de Asuntos Exteriores, Alfred Mutua.

El gobierno de Haití solicitó el año pasado ayuda internacional en materia de seguridad. Guterres respaldó la petición y en octubre propuso que uno o más estados enviaran una "fuerza de acción rápida" para apoyar al país caribeño en su lucha frente las bandas violentas que han invadido gran parte de la capital, Puerto Príncipe.

"El secretario general (Guterres) reitera su llamado al Consejo de Seguridad para que apoye dicha operación internacional no perteneciente a la ONU y anima a los estados miembros, en particular de la región, a que unan sus fuerzas a Kenia", dijo el lunes a la prensa el portavoz de la ONU Farhan Haq.

Aunque ha habido un gran apoyo a la creación de una fuerza de acción rápida y varios países han expresado su interés en contribuir, hasta ahora ninguno se ha ofrecido para liderar el despliegue. Estados Unidos ha presionado a Canadá para que encabece la operación, según los diplomáticos.

"Estoy muy contento de ver que muchos otros países se están involucrando para ayudar", declaró el lunes a la prensa el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, al ser consultado por el anuncio de Kenia, y añadió que mantiene conversaciones con la ONU sobre lo que su país puede hacer por Haití.

Los países se han mostrado cautelosos a la hora de apoyar a la administración no electa del primer ministro Ariel Henry, quien ha afirmado que no se pueden celebrar elecciones legítimas con la inseguridad actual. El país lleva sin representantes electos desde enero.

(Reportaje adicional de Ismail Shakil y David Ljunggren; editado en español por Sofía Díaz Pineda)