EL CAIRO/GAZA/JERUSALÉN, 20 dic (Reuters) - El líder de Hamás realizó el miércoles su primera visita a Egipto en más de un mes, una rara intervención personal en la diplomacia en medio de lo que una fuente describió como intensas conversaciones sobre un nuevo alto el fuego que permita la llegada de ayuda a Gaza y la liberación de rehenes.

El líder de Hamás, Ismail Haniyeh, que normalmente reside en Qatar, suele intervenir públicamente en la diplomacia sólo cuando parece probable que haya avances. La última vez que viajó a Egipto fue a principios de noviembre, antes del anuncio del único acuerdo de alto el fuego en la guerra hasta la fecha, una pausa de una semana durante la cual se liberó a más de 100 rehenes.

Una fuente informada de las negociaciones dijo que los enviados están discutiendo cuáles de los rehenes que siguen en manos de militantes en Gaza podrían ser liberados en virtud de un nuevo acuerdo de tregua, y qué prisioneros podría excarcelar Israel a cambio.

Israel está insistiendo en la liberación de todas las mujeres y hombres enfermos que quedan entre los rehenes, dijo la fuente, que declinó ser identificada. En la lista de prisioneros podría haber palestinos condenados por delitos graves.

La fuente describió las negociaciones como intensivas y que podría haber avances en cuestión de días.

Un funcionario palestino dijo que Haniyeh está dispuesto a escuchar a los funcionarios egipcios en busca de un posible nuevo enfoque, precisando que la postura oficial de Hamás es rechazar cualquier nuevo alto el fuego temporal y exigir un cese permanente de los combates.

"La postura de Hamás sigue siendo que no desean pausas humanitarias. Hamás quiere el fin completo de la guerra israelí contra Gaza", dijo el funcionario palestino. "Haniyeh y Hamás siempre aprecian el esfuerzo egipcio. Hoy está en El Cairo para escuchar si Israel ha hecho nuevas propuestas o si El Cairo también tiene algunas. Es pronto para hablar de expectativas".

Un alto funcionario israelí repitió la postura gubernamental de que la guerra sólo podrá terminar con la liberación de todos los rehenes y la destrucción de Hamás: "Como ha dicho el primer ministro, la guerra terminará con la victoria total".

Las negociaciones se producen en un momento en que Israel se enfrenta a una creciente presión de sus aliados internacionales para que frene una campaña en Gaza que ha arrasado gran parte del enclave costero en represalia por la matanza perpetrada por Hamás el 7 de octubre.

Washington, el aliado más cercano de Israel, pidió de forma pública durante la semana pasada que reduzca su guerra total a una campaña más selectiva contra los líderes de Hamás y ponga fin a lo que el presidente estadounidense Joe Biden calificó de "bombardeos indiscriminados".

SE RETRASA LA VOTACIÓN EN LA ONU

En el Consejo de Seguridad de la ONU, donde Washington ha usado dos veces su derecho de veto para proteger a Israel de las exigencias internacionales de alto el fuego, los negociadores aplazaron un día más la votación de la última resolución con la esperanza de alcanzar un texto consensuado.

Cuando se le preguntó si se están acercando a un acuerdo, la embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield, declaró a los periodistas el martes: "Lo estamos intentando, de verdad".

Desde que se rompió la última tregua a principios de mes, la guerra ha entrado en una fase más intensa, con combates terrestres que antes se limitaban a la mitad norte de la Franja de Gaza y ahora se extienden por todo el enclave costero.

Israel ha jurado derrotar a Hamás, que gobierna Gaza, desde que sus combatientes mataron a 1.200 personas y capturaron a 240 rehenes el 7 de octubre. Las autoridades sanitarias de Gaza afirman que, desde entonces, se ha confirmado la muerte de casi 20.000 personas en los ataques israelíes, y se cree que hay miles más sepultadas bajo los escombros.

El gobierno de Israel se ha enfrentado a presiones políticas internas para alcanzar un nuevo acuerdo de liberación de rehenes, sobre todo tras reconocer la semana pasada que las tropas mataron por error a tres de los secuestrados. Israel cree que quedan 129 rehenes en Gaza, de los cuales se teme que 21 hayan muerto en cautiverio.

En el norte, donde las fuerzas israelíes afirmaron haber alcanzado la mayoría de sus objetivos militares el mes pasado, los combates han sido más intensos que nunca. Enormes bolas anaranjadas de llamas y torres de humo negro se elevaban en el cielo sobre el norte de la Franja de Gaza, vistas desde el otro lado de la valla de Israel, mientras aviones de guerra bombardeaban la zona al amanecer.

La Media Luna Roja Palestina dijo que las fuerzas israelíes sitiaron su depósito de ambulancias en Jabalia, un asentamiento del norte que ha sido escenario de algunos de los combates más intensos. En las instalaciones hay 127 personas, entre trabajadores, desplazados y heridos.

En el sur, donde ahora se refugia la mayoría de los habitantes de Gaza tras huir de otras zonas, se han producido intensos combates en torno al centro de la principal ciudad meridional, Jan Yunis, que las fuerzas israelíes han asaltado parcialmente.

"Los bombardeos nocturnos no han cesado. Ahora se centran en Jan Yunis. La gente de aquí tiene que lidiar con dos guerras todo el tiempo: los bombardeos y el hambre", afirmó Samir Ali, de 45 años, padre de cinco hijos y natural de la Ciudad de Gaza, en el norte.

(Escrito por Peter Graff; editado en español por Carlos Serrano)