Hussein y Ayman Safadi subrayaron la necesidad de distanciar a los dos países y a la región de las amenazas militares de cualquier bando, añadieron los medios estatales iraquíes.

Los grupos alineados con Irán han estado llevando a cabo ataques contra objetivos israelíes y estadounidenses desde Líbano, Yemen, Irak y Siria desde que comenzó la guerra entre su aliado palestino Hamás e Israel el 7 de octubre.

La Resistencia Islámica en Irak, una organización paraguas de grupos militantes de línea dura respaldados por Irán, reivindicó el domingo ataques contra tres bases, incluida una en la frontera entre el extremo noreste de Jordania y el este de Siria.

Ese ataque mató a tres soldados estadounidenses e hirió a más de 40 efectivos. Fue el primer ataque mortal contra tropas estadounidenses desde que estalló la guerra entre Israel y Hamás en octubre y marca una escalada importante en las tensiones que han envuelto a Oriente Próximo.

El gobierno iraquí está respaldado por partidos y milicias próximos a Irán, aunque no directamente por los grupos de línea dura que han estado disparando contra las fuerzas estadounidenses, según afirman funcionarios occidentales e iraquíes. Bagdad ha condenado los ataques al tiempo que ha afirmado que la escalada regional continuará mientras dure la guerra de Gaza.

El secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, prometió el lunes que Estados Unidos tomaría "todas las medidas necesarias" para defender a sus tropas tras el mortífero ataque con drones, incluso cuando la administración del presidente Joe Biden subrayó que no buscaba una guerra con Irán.