Los tres militantes fueron abatidos el 29 de enero en una operación encubierta conjunta del ejército, el servicio de seguridad Shin Bet y la policía de fronteras en el hospital Ibn Sina de Yenín, una de las ciudades más inestables de Cisjordania, informó el ejército israelí.

"Según el derecho internacional humanitario, matar a un paciente herido indefenso que está siendo tratado en un hospital equivale a un crimen de guerra", dijeron los expertos de la ONU en un comunicado, refiriéndose a Basel Al-Ghazzawi, un paciente que estaba siendo tratado por heridas que, según dijeron, fueron causadas por un ataque aéreo israelí.

"Al disfrazarse de personal médico aparentemente inofensivo y protegido y de civiles, las fuerzas israelíes también cometieron prima facie el crimen de guerra de perfidia, que está prohibido en cualquier circunstancia", añadieron, pidiendo a Israel que lleve a cabo una investigación.

Los expertos en cuestión son relatores especiales contratados por las Naciones Unidas para examinar una cuestión específica de derechos humanos.

El ejército israelí no estuvo inmediatamente disponible para hacer comentarios sobre su declaración.

Las imágenes de vídeovigilancia del hospital mostraban a un grupo de unas 10 personas, vestidas de civil y con indumentaria médica, entre ellas tres con pañuelos en la cabeza y ropa de mujer, paseándose por un pasillo, armadas con fusiles de asalto.

El ejército israelí ha dicho que uno de los hombres muertos en el hospital era miembro del grupo militante palestino Hamás, que gobierna Gaza, y que los otros trabajaban para la Brigada de Yenín y el brazo armado de la Yihad Islámica.

Cisjordania ha sido testigo de una explosión de violencia desde el ataque dirigido por Hamás contra Israel el 7 de octubre y la posterior invasión de Gaza por parte de Israel.