Algunos egipcios han mostrado poco interés o conocimiento sobre las elecciones, aunque las autoridades y los comentaristas de los medios de comunicación locales, férreamente controlados, les han instado a votar por deber nacional.

Multitudes de votantes, algunos de ellos llegados en autobuses, han aparecido en los colegios electorales donde se emite música patriótica por los altavoces, aunque otros colegios observados por los reporteros de Reuters parecían tranquilos.

"Votar es nuestro deber y es lo menos que podemos hacer por el país, especialmente en estos momentos críticos y con los acontecimientos que están ocurriendo en todo el mundo", dijo Passant Tarek, una dentista de 27 años que emitía su voto en Suez, a 125 km al este de El Cairo.

Los críticos consideran que las elecciones son una farsa tras una década de represión de la disidencia. El órgano gubernamental encargado de los medios de comunicación lo ha calificado de paso hacia el pluralismo político.

Dos reporteros de Reuters vieron cómo se transportaba a los votantes en autobuses hasta los colegios electorales, y uno de ellos vio cómo se repartían bolsas con harina, arroz y otros productos básicos a personas que mostraban manchas de tinta en los dedos que indicaban que habían votado.

La policía de paisano ha sido fuertemente desplegada. La Autoridad Electoral Nacional declaró que la participación en el primer día de votación, el domingo, había sido alta.

La población egipcia de 104 millones de habitantes, en rápido crecimiento, está luchando contra la subida de los precios y otras presiones económicas, aunque la inflación general ha bajado ligeramente desde niveles récord, situándose en el 34,6% el domingo.

Algunos votantes afirman que, aunque han tenido que encontrar formas de adaptarse al aumento de los precios, sólo Sisi y los militares han podido proporcionarles seguridad.

Algunos también se quejan de que el Estado ha dado prioridad a costosos megaproyectos al tiempo que asumía más deuda, aunque otros expresan su admiración por la vasta red de carreteras y puentes construidos en los últimos años y una nueva capital en construcción en el desierto.

Las votaciones se celebran desde las 9 de la mañana hasta las 9 de la noche (0700-1900 GMT) y concluyen el martes; los resultados se anunciarán el 18 de diciembre.