Un importante inversor israelí predijo el miércoles que el vital sector tecnológico del país se recuperará rápidamente de su actual crisis de financiación, en parte luchando contra un plan de reforma judicial del Gobierno al que muchos culpan de ahuyentar la inversión.

Motor clave del crecimiento económico en Israel, el sector tecnológico vio afectada su financiación el año pasado por la desaceleración económica mundial.

Pero el intento divisivo del primer ministro Benjamin Netanyahu de reformar el poder judicial este año ha exacerbado enormemente la crisis, afirman los líderes tecnológicos. La financiación obtenida por las nuevas empresas tecnológicas ha caído casi un 70% en el primer semestre de 2023, mientras que muchas nuevas empresas se están registrando en el extranjero.

"Vamos a superarlo y creo que las personas que hoy intentan descarrilar la democracia se habrían ido mañana", dijo Erel Margalit, presidente de Jerusalem Venture Partners (JVP) y antiguo legislador del Partido Laborista, refiriéndose a la coalición gobernante de Netanyahu de partidos religiosos y nacionalistas.

"Los grandes inventores son los guerreros de la democracia", declaró Margalit a Reuters al margen de una conferencia de JVP sobre tecnología climática.

Líderes tecnológicos como Barak Eilam, antiguo oficial de inteligencia israelí que ahora dirige el proveedor de software basado en la nube NICE, y Eynat Guez, director ejecutivo de Papaya Global, han sido algunos de los que más se han manifestado en contra de la legislación judicial.

El lunes, el Parlamento aprobó un elemento clave del proyecto de ley, que pretende frenar el poder del Tribunal Supremo. En respuesta, miles de personas bloquearon el martes el principal aeropuerto y las carreteras de Israel.

El shekel israelí ganó un 1% frente al dólar el miércoles, mientras que las acciones de Tel Aviv subieron casi un 2% por la percepción de que las protestas del martes estaban consiguiendo presionar al gobierno. Sin embargo, el shekel se mantuvo un 7% por debajo en los últimos seis meses.

Aunque el sector tecnológico necesita una economía israelí estable, la economía necesita un sector tecnológico fuerte, que representa el 14% de los puestos de trabajo y casi una quinta parte del producto interior bruto. La caída de la financiación tecnológica ha sido un factor importante en el debilitamiento del shekel, según los analistas.

Margalit afirmó que aún quedaba financiación disponible y que acababa de conseguir "mucho dinero para nuestras empresas", algunas a valoraciones elevadas.

"Nada es fácil hoy en día y no es el momento en el que un montón de nuevos inversores estén llegando por miles. Pero es el momento de mantener a los amigos cerca", afirmó.

Los israelíes, añadió, seguirán creando startups, pero la cuestión principal es dónde estarán la mayoría de los trabajadores: en Israel o en el extranjero. (Reportaje de Steven Scheer; Edición de Conor Humphries)