Los pedidos de maquinaria básica de Japón cayeron inesperadamente por segundo mes consecutivo en mayo, según mostraron el jueves datos del Gobierno, lo que pone de relieve la fragilidad de la economía.

El volátil aunque principal indicador del gasto de capital cayó un 3,2% intermensual en mayo, tras una caída del 2,9% en abril y confundiendo un aumento del 0,8% visto por los analistas en una encuesta de Reuters.

La ralentización de los pedidos de maquinaria puede suponer un revés para los planes de normalización de la política monetaria del Banco de Japón, que se ha embarcado en la retirada de su política no convencional. En marzo subió los tipos por primera vez desde 2007 y en junio decidió recortar la compra de deuda pública.

La Oficina del Gabinete, que recopila los datos, recortó su opinión sobre los pedidos de maquinaria, afirmando que hay indicios de que el repunte se está estancando.

Los pedidos principales excluyen las construcciones y reparaciones navales, así como la generación de energía eléctrica, ambos sectores con tendencia a la volatilidad. Los pedidos procedentes del extranjero tampoco se contabilizan como tales, sino que se clasifican como pedidos externos, o exportaciones. Los pedidos exteriores suponen alrededor del 40% de los pedidos totales, mientras que los pedidos principales nacionales representan el 30%.

En comparación con el año anterior, los pedidos principales, considerados como un indicador del gasto de capital en los próximos seis a nueve meses, aumentaron un 10,8% en mayo.

Una encuesta de la Oficina del Gabinete mostró que los pedidos básicos crecieron un 4,4% en enero-marzo respecto al trimestre anterior, pero se esperaba que cayeran un 1,6% en el segundo trimestre.

El gasto de capital es uno de los pocos puntos brillantes en Japón debido a la demanda de tecnología que ahorre mano de obra y a la transformación digital y ecológica para mejorar la productividad laboral y hacer frente a la escasez crónica de mano de obra.

El gobierno pretende que la inversión nacional nominal, incluida la investigación y el desarrollo, supere los 100 billones de yenes (619.080 millones de dólares) para el año fiscal 2028.

Los datos del producto interior bruto (PIB) mostraron a principios de este mes que la inversión privada no residencial cayó un 0,4% intertrimestral, lo que convierte al gasto de capital y al gasto de consumo en los principales culpables de una contracción económica del primer trimestre más acusada de lo esperado. (1 $ = 161,5300 yenes) (Reportaje de Tetsushi Kajimoto; Edición de Kim Coghill)