El vicepresidente de la Reserva Federal, Phillip Jefferson, dijo el lunes que aunque es importante que un banco central se comunique claramente con el público, hay ocasiones en que esas comunicaciones pueden resultar confusas.

Está ampliamente aceptado que unas comunicaciones claras mejoran la eficacia de las políticas de los bancos centrales, porque una comunicación clara puede afectar a la trayectoria prevista de los tipos de interés y a las condiciones financieras en general, dijo Jefferson en unos comentarios preparados para pronunciar ante una conferencia celebrada por el Banco de la Reserva Federal de Cleveland.

Jefferson no comentó la política monetaria ni las perspectivas económicas en sus comentarios preparados.

Pero a veces los intentos de comunicación pueden tener consecuencias imprevistas, señaló Jefferson.

El segundo al mando de la Reserva Federal señaló dos ejemplos. Siempre existe el riesgo de que los comentarios de los funcionarios sobre el futuro de la economía y la política monetaria sean interpretados por el público con una falsa sensación de certidumbre que puede confundirse con una opinión fija sobre las perspectivas, dijo Jefferson.

Cuando esa interpretación se demuestra errónea más adelante, puede crear más volatilidad e incertidumbre que si no hubiera habido ningún anuncio, dijo Jefferson.

Los comentarios públicos de los funcionarios también pueden enturbiar las aguas, dijo.

La diversidad de puntos de vista entre los responsables políticos se presta a estimular los debates y, en última instancia, a mejorar la política, dijo Jefferson, y añadió que, sin embargo, en una situación así, una mayor comunicación podría aumentar la incertidumbre sobre nuestras políticas, en lugar de reducirla.

La opinión de Jefferson sobre las comunicaciones de los bancos centrales llega en un momento en el que éstos intentan determinar si la inflación pegajosa observada a principios de año frustrará su capacidad de cumplir las previsiones de principios de año que apuntaban a tres recortes de tipos para este año.

Las proyecciones trimestrales de la Reserva Federal -la próxima serie llegará en la reunión de junio del Comité Federal de Mercado Abierto- no son una previsión oficial, sino un mero resumen de las opiniones de los responsables políticos. Sin embargo, muchos en los mercados las ven como una visión de la casa, y a los funcionarios de la Fed se les pide habitualmente que comenten esas previsiones.

Al mismo tiempo, los funcionarios de la Fed son frecuentes oradores públicos, y esas oportunidades de hablar, que en algunos días pueden ver a múltiples responsables políticos opinando sobre las perspectivas, pueden dejar a los participantes del mercado luchando por encontrar una opinión coherente sobre lo que los banqueros centrales creen que les espera en el futuro.

Un informe de la semana pasada del Centro Hutchins de Política Fiscal y Monetaria de la Institución Brookings encontró que los académicos y los observadores de la Fed daban notas decentes a la Fed por la claridad de sus comunicaciones, aunque algunos aspectos de esa divulgación, como las previsiones trimestrales, fueron vistos con una visión más mixta. (Reportaje de Michael S. Derby; Edición de Chizu Nomiyama)