La libra esterlina apenas varió el miércoles en unas operaciones moderadas, pero sigue en camino de ser una de las divisas con mejor comportamiento en 2023.

La libra bajó un 0,06% a 1,2716 dólares, por debajo del máximo de cuatro meses de 1,279 dólares tocado a principios de diciembre.

También bajó ligeramente frente al euro, con la moneda única subiendo un 0,22% a 86,95 peniques.

La libra ha subido más de un 4% frente al dólar en los últimos tres meses y va camino de terminar el año en torno a un 5% al alza. Esto contrasta con la subida del 3% del euro y la caída del 8,5% del yen japonés.

Los inversores esperan que el Banco de Inglaterra no pueda recortar los tipos de interés tanto como la Reserva Federal y el Banco Central Europeo, dado que la inflación es más alta en el Reino Unido.

Eso ha ampliado la brecha entre los rendimientos de los bonos británicos y los de Estados Unidos y Europa, haciéndolos parecer más atractivos e impulsando la libra.

Sin embargo, una caída mayor de lo esperado de la inflación británica hasta el 3,9% en noviembre ha complicado la idea de que el Banco de Inglaterra vaya a quedarse rezagado.

Los operadores esperan ahora más de 140 puntos básicos de recortes de tipos por parte del BoE en 2024, frente a los más de 160 y 150 del BCE y la Fed, respectivamente.

El índice dólar, que sigue la evolución del billete verde frente a otras seis divisas principales, bajó menos de un 0,1% el miércoles, hasta 101,42.

Los volúmenes de negociación fueron escasos, ya que muchos participantes en el mercado siguen de vacaciones y apenas hay datos económicos programados.