La quiebra del Credit Suisse y del Silicon Valley Bank demostró que los bancos británicos deben seguir poniendo a prueba sus procedimientos de quiebra y no dar nunca por sentado que son "demasiado grandes para quebrar", declaró el viernes el subgobernador del Banco de Inglaterra, Dave Ramsden.

Después de que los contribuyentes tuvieran que rescatar a los prestamistas durante la crisis financiera mundial de 2007-09, los reguladores introdujeron normas diseñadas para "resolver" a un prestamista en quiebra sin causar un caos en el mercado.

El objetivo era evitar que el dinero de los contribuyentes volviera a utilizarse en el futuro y garantizar que los bancos dejaran de ser "demasiado grandes para quebrar".

Sin embargo, las autoridades suizas recurrieron a los fondos públicos para forzar la absorción de Credit Suisse por su rival nacional UBS, lo que suscitó dudas sobre el marco de resolución global.

La crisis bancaria de marzo también llevó al Banco de Inglaterra y al Ministerio de Finanzas a ingeniar una absorción de la filial británica del Silicon Valley Bank por parte del HSBC.

"Creo que hemos hecho mucho para superar el problema de demasiado grande para quebrar, pero es realmente importante subrayar que esto no es cosa de uno y ya está", dijo Ramsden en un acto organizado por la empresa de contabilidad Deloitte.

"Hay que seguir poniendo a prueba esa conclusión".

Los sucesos de marzo mostraron la necesidad de mejorar el "conjunto de herramientas" de los reguladores para las quiebras de bancos más pequeños, y aumentar la preparación para "rescatar" a los bancos utilizando sus propios recursos, dijo.

El BoE publicará una actualización el próximo verano sobre lo fácil que sería cerrar un gran banco del Reino Unido sin trastornos para los clientes.

La preparación y la flexibilidad en cuanto a las opciones a utilizar en caso de crisis son fundamentales para maximizar las posibilidades de un desenlace suave y satisfactorio, afirmó.

Instó a los bancos a utilizar las facilidades de liquidez del Banco de Inglaterra después de que la quiebra de SVB pusiera de manifiesto cómo las redes sociales pueden acelerar la retirada de depósitos. (Reportaje de Huw Jones; edición de Sarah Young y Christina Fincher)