La libra esterlina se encaminaba el viernes hacia caídas semanales frente al dólar y el euro, tras sufrir en medio de un tono nervioso en los mercados que ha impulsado al dólar, mientras las miradas comienzan a dirigirse hacia la reunión del Banco de Inglaterra de la próxima semana.

La libra bajó por última vez en el día frente al dólar a 1,2120 dólares, pero se encaminaba a una caída semanal del 0,37%, y a una caída mensual de alrededor del 0,7% debido a los descensos anteriores.

Está cerca de un mínimo de seis meses de 1,2039 alcanzado a principios de octubre.

Ha habido pocos factores británicos específicos que hayan movido la libra esta semana desde los datos de empleo del martes que mostraron que el mercado laboral ha perdido parte de su calor inflacionista.

Eso hizo bajar a la libra, ya que subrayó las expectativas del mercado de que el Banco de Inglaterra mantendrá los tipos en su reunión de la semana que viene.

Esa ausencia de noticias nacionales dejó a la divisa británica a merced de los flujos mundiales, en particular de un dólar más fuerte en general, cuyas ganancias en los últimos meses se han visto apuntaladas por la venta masiva en el mercado del Tesoro estadounidense que llevó a los rendimientos de referencia a superar el 5% en un momento dado esta semana.

El nerviosismo en el mercado bursátil y la guerra en Oriente Próximo tampoco han ayudado a la libra esterlina, que se encuentra entre las principales divisas mundiales más vulnerables a los descensos en la confianza del mercado.

Los factores internos serán más importantes para la libra la próxima semana, con la reunión del jueves de los responsables de la fijación de tipos del Banco de Inglaterra, donde también se publicarán sus proyecciones macroeconómicas actualizadas.

Los mercados han revisado sus expectativas de que una inflación pegajosa significaría que el BoE tendría que seguir subiendo los tipos durante más tiempo que otros pares importantes.

Los precios del mercado reflejan ahora las expectativas de que el banco central dejará los tipos donde están y no los subirá más en este ciclo. Esto significa que, salvo sorpresas, el próximo jueves la atención se centrará en las perspectivas económicas.

"Han cambiado muchas cosas desde que (el Comité de Política Monetaria) actualizó por última vez sus previsiones. Una senda de tipos bancarios (de referencia) materialmente más bajos ha coincidido con una libra esterlina más débil. Y los precios de las materias primas del petróleo y el gas han repuntado, con los riesgos geopolíticos pasando a primer plano", señalaron los analistas del Deutsche Bank en una nota.

"En conjunto, las hipótesis actualizadas del banco sobre el mercado de condicionantes probablemente supondrán malas noticias para las previsiones de inflación a medio plazo del Comité de Política Monetaria".

El Banco Central Europeo mantuvo los tipos de interés en su reunión de esta semana, lo que contribuyó a que el euro cayera un 0,17% frente a la libra.

La moneda común repuntó una fracción el viernes, subiendo un 0,07% a 87,15 peniques, con lo que se anotó una ligera ganancia semanal.