La caída de la libra se produce tras un periodo de relativa fortaleza de la divisa, que ha ganado terreno este año gracias a las apuestas a que el BoE mantendrá los tipos más altos durante más tiempo que sus homólogos.
La libra esterlina se mantuvo plana frente al dólar en 1,27535 dólares y se encaminaba a una caída semanal del 1%. El euro ganó un 0,1% frente a la libra y se situó en 85,40 peniques.
Los datos económicos de esta semana mostraron que el mercado inmobiliario británico repuntó en febrero, mientras que la economía en general creció un 0,2% en enero respecto al mes anterior, tras caer en recesión a finales de 2023.
Se espera que el Banco de Inglaterra mantenga los tipos en el 5,25% el próximo jueves, y los precios del mercado favorecen que el Banco de Inglaterra recorte los tipos un poco más despacio que el Banco Central Europeo y la Reserva Federal este año.
"Creemos que el BoE evitará indicar cuándo es probable que empiece a recortar, manteniendo su orientación neutral de febrero", dijeron los economistas de BNP Paribas en una nota, añadiendo que esperaban el primer recorte del BoE en junio, con una reducción total de 1 punto porcentual a lo largo de 2024.