Francia, Alemania y Polonia anunciaron el lunes sus planes de unir fuerzas para comprar armas de precisión de mayor alcance con el fin de llenar un vacío en los arsenales europeos que, según ellos, ha quedado al descubierto por la guerra de Rusia en Ucrania.

Los ministros de Defensa de los tres países dijeron que crearían un mecanismo para adquirir "armas de ataque de precisión profunda", como misiles de crucero, al que podrían unirse otras potencias europeas.

Los misiles de crucero con un alcance de varios cientos de kilómetros han experimentado un enorme renacimiento desde la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia en 2022, con Moscú lanzando ataques transfronterizos y Kiev intentando devolver el golpe contra objetivos dentro del territorio ruso.

"Las armas de ataque de gran precisión constituyen una grave carencia de capacidades en Europa", declaró el ministro alemán de Defensa, Boris Pistorius, tras reunirse en París con sus homólogos francés y polaco, en la primera sesión de la agrupación del llamado triángulo de Weimar a ese nivel desde 2015.

"Hasta la cumbre (de la OTAN) en Washington, nuestro objetivo es reunir a un grupo de países europeos afines que estén de acuerdo en colmar esta laguna a medio y largo plazo", añadió Pistorius.

El primer paso formal sería la firma en grupo de una carta de intenciones en esa cumbre de la OTAN en julio, dijo.

El ministro francés de Defensa, Sebastien Lecornu, declaró que la carta pretendía evaluar qué capacidades de largo alcance tenían los países y las empresas.

A diferencia de los misiles balísticos, los misiles de crucero vuelan a baja altura sobre el suelo, lo que los hace más difíciles de detectar por radar.

Las reservas europeas actuales de misiles de crucero incluyen sistemas relativamente antiguos y caros como el Storm Shadow británico, el Scalp francés y el Taurus alemán.

Ha habido divisiones sobre la conveniencia de suministrarlos a Ucrania entre temores de que los ataques en territorio ruso con armas de procedencia europea pudieran convertir la guerra en un conflicto regional.

Berlín ha rechazado las peticiones de enviar el Taurus a Ucrania, mientras que Londres y París han suministrado a Kiev sus misiles de crucero.

En enero, Francia se comprometió a aumentar las entregas de los Scalp, que pueden recorrer 250 km, sabiendo que podrían utilizarse para atacar objetivos dentro de Rusia.