A las 0731 GMT, el rublo era un 0,7% más débil frente al dólar a 101,11, dirigiéndose de nuevo hacia el mínimo de siete semanas de 101,50, alcanzado el viernes.
Había perdido un 0,8% para cotizar a 106,59 frente al euro y cedió un 1,1% frente al yuan hasta 13,86 .
La última caída del rublo hasta los tres dígitos en agosto llevó al Banco de Rusia a realizar una subida de emergencia de los tipos de 350 puntos básicos hasta el 12% y a las autoridades a debatir la reintroducción de controles para apuntalar la divisa, pero las intervenciones - verbales o de otro tipo - han sido más limitadas esta vez.
Los tipos se elevaron al 13% en septiembre y los analistas encuestados por Reuters esperan que el banco central vuelva a subirlos el 27 de octubre, con la persistente debilidad del rublo entre los factores que limitan las perspectivas de crecimiento a largo plazo de Rusia.
El crudo Brent, referencia mundial de la principal exportación rusa, subió un 2,8% hasta los 86,93 dólares el barril, impulsado por el conflicto militar en Oriente Próximo.
El Ministerio de Finanzas ruso espera que los ingresos fiscales de las empresas energéticas aumenten en octubre.
"Si se cumplen estas previsiones, las compañías petroleras tendrán que aumentar fuertemente el volumen de ventas de ingresos FX para las liquidaciones con el presupuesto", dijo Alexei Antonov, de Alor Broker.
Según él, es poco probable que los exportadores limiten las ventas de divisas hasta finales de mes, cuando vencen los impuestos, lo que significa que el rublo podría empezar a recuperarse esta semana.
Los índices bursátiles rusos subieron, liderados por las petroleras.
El índice RTS, denominado en dólares, subió un 0,5% hasta los 991,6 puntos. El índice ruso MOEX, basado en el rublo, subió un 1,2% hasta los 3.183,5 puntos, su máximo en tres semanas.
