Rusia y Japón no han puesto fin formalmente a las hostilidades de la Segunda Guerra Mundial debido a su enfrentamiento por unas islas, confiscadas por la Unión Soviética al final de la guerra, situadas frente a la isla japonesa de Hokkaido, la más septentrional.

Las islas se conocen en Rusia como las Kuriles y en Japón como los Territorios del Norte.

"Es absolutamente obvio que es imposible discutir la firma de un documento de este tipo (un tratado de paz) con un estado que adopta posiciones abiertamente inamistosas y se permite amenazas directas contra nuestro país", declaró Rudenko a TASS en una entrevista.

"No vemos señales de que Tokio se aparte del rumbo antirruso ni ningún intento de rectificar la situación".

Rusia se retiró de sus conversaciones con Japón en marzo del año pasado, a raíz de las sanciones japonesas por la invasión rusa de Ucrania. Japón reaccionó airadamente y calificó la medida de Moscú de "injusta" y "completamente inaceptable".