El Kremlin difundió un vídeo de Putin recibiendo a la niña, Raisat Akipova, en la última de una serie de apariciones desde el breve motín armado del mes pasado que parecen diseñadas para mostrarle como atento, preocupado y en control.

El ministro de Finanzas, Antón Siluánov, pareció inicialmente desconcertado por la llamada y no respondió al saludo de la niña, pero rápidamente aceptó la financiación extra para su región natal en el sur de Rusia.

"¡Excelente!" respondió Putin, antes de decirle a la chica: "Tenemos 5.000 millones de rublos para Daguestán", una suma equivalente a 55,6 millones de dólares.

Putin rió divertido durante la conversación y en una llamada similar que hizo con Raisat al primer ministro Mijail Mishustin. La muchacha, con un ramo de flores en la mano, dio las gracias a Siluanov cuando se lo pidió el presidente.

La visita fue una secuela de una visita de Putin a Daguestán la semana pasada en la que, inusualmente, se mezcló con una gran multitud de personas.

El Kremlin lo citó como prueba del "asombroso" apoyo del presidente en la sociedad rusa, días después del breve motín del grupo mercenario Wagner que le había llevado a advertir del riesgo de guerra civil en Rusia.

Putin dijo a Raisat que la había invitado a ella y a sus padres a Moscú porque le había "disgustado" ver una foto de ella llorando tras no haber conseguido verle durante su viaje a Daguestán.