Hablaron bajo condición de anonimato debido al carácter confidencial de las conversaciones entre los representantes de los 27 países miembros de la UE sobre las nuevas sanciones propuestas, cuyo valor se estima en unos 11.000 millones de euros (11.800 millones de dólares) en flujos comerciales.

"El paquete debería estar concluido a tiempo para el 24 de febrero, va por buen camino, no hay grandes puntos de fricción", dijo un diplomático de la UE familiarizado con las discusiones.

Otro dijo que las conversaciones fueron "en general relativamente positivas", con algunas cuestiones técnicas planteadas para ser aclaradas antes de otra reunión de los embajadores, posiblemente el próximo martes.

"Hubo algunas preocupaciones planteadas por algunos estados miembros en torno a los requisitos de información - cómo funcionaría exactamente y habría sanciones por no hacerlo y así sucesivamente, es sobre todo un reconocimiento de que se trata de un proceso complejo".

La UE está estudiando acordar nuevas obligaciones de información para que los Estados miembros realicen un mejor seguimiento de los activos rusos en Europa, ya que buscan la forma de utilizarlos para financiar la reconstrucción de Ucrania.

Hasta ahora, la UE ha localizado en su territorio activos de bancos centrales rusos por valor de unos 33.800 millones de euros, según funcionarios de la UE, de un total estimado de 300.000 millones de dólares congelados fuera de Rusia.

LO MÁS DURO HASTA AHORA

La UE afirma que su décimo paquete de sanciones ahora debatido está diseñado para dificultar la financiación de la guerra y privar a Rusia de piezas necesarias para fabricar armas para el frente.

Las medidas, que aún requieren la aprobación unánime de todos los Estados de la UE, irían dirigidas contra otros cuatro bancos rusos, las importaciones procedentes de Rusia, incluido el caucho, y las exportaciones a Rusia, incluidos los vehículos pesados, entre otros.

También castigarían a individuos vinculados a la Guardia Revolucionaria iraní por la producción de drones utilizados contra Ucrania, y restringirían las ventas de datos de satélite de la UE a China.

El jefe del Ejecutivo comunitario, la Comisión Europea, declaró que, en conjunto, las sanciones contra Rusia eran las más duras que el bloque había impuesto nunca.

Aplicadas en sincronía con Estados Unidos y otros aliados del grupo G7 de los países más industrializados del mundo, las sanciones aún no han conseguido forzar un cambio de rumbo de Rusia, que ha intensificado sus ataques en Ucrania en las últimas semanas.