"Estamos convencidos de que el potencial de la cooperación bilateral ruso-china está aún lejos de agotarse", declaró el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso.

Rusia pretende alcanzar antes de lo previsto su objetivo de 200.000 millones de dólares en comercio entre ambos países y "profundizar significativamente" sus lazos con Pekín, afirmó.

La creciente asociación "sin límites" entre la superpotencia en ascenso que es China y el titán de los recursos naturales que es Rusia está siendo observada por Occidente con cierta ansiedad, aunque no está claro hasta qué punto es profunda.

China se ha abstenido de condenar la operación rusa contra Ucrania o de calificarla de "invasión", en línea con el Kremlin, que la califica de "operación militar especial".

Después de que Occidente impusiera a Moscú las sanciones más severas de la historia moderna debido a la guerra de Ucrania, el presidente Vladímir Putin afirma que Rusia se está volviendo hacia Asia -y China en particular- tras siglos de mirar a Occidente como el crisol del crecimiento económico, la tecnología y la guerra.

Los comentarios del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso se produjeron poco después de que el periódico ruso Vedomosti informara de que el jefe de la diplomacia china, Wang Yi, iba a visitar Moscú en febrero.

Según el periódico, Wang podría visitar a Putin durante su estancia. El propósito de la visita de Wang no está claro, pero podría estar relacionado con los preparativos de una próxima visita a Rusia del presidente chino Xi Jinping, añadía.

Al ser preguntada por la posible visita de Wang Yi, la portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores chino, Mao Ning, declaró durante una sesión informativa regular que aún no tenía conocimiento de tal encuentro.