La actividad minera en un parque industrial de níquel vinculado principalmente a empresas chinas ha contribuido a la deforestación masiva en Indonesia, según afirma un grupo no gubernamental en un informe.

El informe sobre los daños ecológicos en la industria del níquel se produce en un momento en que Indonesia, que alberga las mayores reservas de mineral de níquel del mundo, intenta extraer más valor de este mineral atrayendo inversiones para su procesamiento y para la fabricación de baterías para vehículos eléctricos.

El país también se ha fijado un objetivo de producción de unos 600.000 vehículos eléctricos (VE) para 2030, más de 100 veces el número de VE vendidos en Indonesia en el primer semestre de 2023.

En el informe publicado el miércoles, Climate Rights International (CRI), con sede en Estados Unidos, documentó la actividad en el Parque Industrial de Indonesia Weda Bay (IWIP), uno de los mayores centros de procesamiento de níquel del país, entre cuyos inversores se encuentran el grupo chino Tsingshan Holding y la francesa Eramet.

El operador del parque, situado en la isla de Halmahera, en la región de Maluku, es una empresa conjunta de las chinas Zhejiang Huayou Cobalt, Zhenshi Holding Group y Tsingshan.

IWIP, Tsingshan, Eramet, Huayou, Zhenshi y el Ministerio de Silvicultura no respondieron a las peticiones de comentarios de Reuters.

CRI dijo que las empresas, que tenían permisos, han talado más de 5.300 hectáreas de bosque tropical dentro de la concesión del parque desde 2018, citando un análisis geoespacial de imágenes de satélite realizado por el grupo e investigadores de la Universidad de California, Berkeley, en Estados Unidos.

Esto equivale aproximadamente al tamaño de más de 6.000 campos de fútbol.

Los expertos han expresado su preocupación por que la industria del níquel pueda agravar la deforestación en Indonesia, un país rico en recursos que también alberga enormes selvas tropicales.

Tras años de deforestación desenfrenada, Indonesia ha conseguido reducir el ritmo de tala de bosques para plantaciones y otras actividades industriales.

Entre 2020 y 2022, Indonesia redujo su pérdida media de bosque primario en un 64% respecto a 2015-2017, según datos del grupo de investigación World Resources Institute.

CRI también estimó que las emisiones de dióxido de carbono procedentes de la deforestación eran "aproximadamente equivalentes a las emisiones anuales de 450.000 coches".

El presidente Joko Widodo dijo a Reuters el año pasado que Indonesia aumentaría el escrutinio de los mineros y ordenaría a las empresas que gestionaran los viveros y reforestaran las minas agotadas. (Reportaje de Stanley Widianto; Reportaje adicional de Fransiska Nangoy en Yakarta y Siyi Liu en Pekín; Edición de Christopher Cushing)