Una nueva empresa de Seattle, respaldada por algunos de los inversores de Beyond Meat, lanza esta semana el primer café sin grano del mundo, con la intención de reducir el impacto medioambiental de esta popular bebida.

La innovación ha llamado la atención de los inversores, que han invertido 51,6 millones de dólares en Atomo Coffee con la esperanza de que su brebaje -que utiliza superalimentos e ingredientes reciclados para imitar la estructura molecular del café- sea un éxito entre los consumidores.

A medida que el clima mundial se calienta, las explotaciones de café, en concreto las que cultivan la variedad arábica, más delicada y preferida por los baristas, se desplazan cuesta arriba, destruyendo bosques por el camino en busca de climas más frescos.

La deforestación es la segunda causa principal del cambio climático después de la quema de combustibles fósiles. Los estudios han demostrado que en 2050 aproximadamente la mitad de la tierra utilizada actualmente para cultivar café podría ser improductiva debido al cambio climático.

"El café está provocando la deforestación a un ritmo bastante alarmante: casi hasta diez Parques Centrales (de Nueva York) al día", afirmó el director general y cofundador de Atomo, Andy Kleitsch, antes del lanzamiento del café sin grano de la firma en el Festival del Café de Nueva York el viernes.

"Estamos hablando de una máquina, una máquina de café que nunca se detiene, siempre en busca de más terreno, y eso es lo que intentamos evitar", afirmó.

Atomo afirma que su "prueba de concepto" inicial de café sin grano elaborado en frío causó un 93% menos de emisiones de carbono y utilizó un 94% menos de agua que el café normal. La revista Time lo nombró uno de los 200 mejores inventos de 2022.

La empresa espera obtener cifras similares con su nuevo café caliente sin grano, que también se elabora utilizando principalmente ingredientes reciclados, como pepitas de dátiles, que suelen desecharse en el proceso de producción comercial.

En un principio, Atomo se dirige a las cafeterías en lugar de a las tiendas y cadenas de supermercados, ya que su café tostado se venderá al por mayor a 20,99 dólares la libra, frente a los 10-14 dólares la libra que paga la cafetería estadounidense media.

Tras un rápido crecimiento inicial, algunos fabricantes de alternativas cárnicas han pasado apuros más recientemente, a medida que los compradores, golpeados por la inflación, recortaban el consumo de sus productos, a menudo más caros.

Sin embargo, Atomo afirma que está en conversaciones con la mayoría de las principales firmas cafeteras del mundo sobre cómo podría ampliar su escala y abastecerlas.

"Todas ellas (las grandes cafeteras) saben que tienen un problema con la disponibilidad de café en los próximos 20-30 años, y están intentando adelantarse al problema", dijo Kleitsch. (Reportaje de Maytaal Angel Edición de Mark Potter)