El accidente se produjo a primera hora del sábado en la región de Simiyu, después de que un grupo de personas de entre 24 y 38 años comenzara a extraer oro en una zona en la que se había restringido la actividad debido a las fuertes lluvias en curso, según declaró a Reuters Simon Simalenga, comisario del distrito de Bariadi en la región.

"Inicialmente nos dijeron que había entre 19 y 20 personas atrapadas en las minas, pero desgraciadamente acabamos recuperando 22 cadáveres", dijo, añadiendo que la operación de búsqueda y rescate continuaba aunque ya se habían retirado casi todos los escombros que los habían sepultado.

Simalenga dijo que el grupo había descubierto una zona rica en minerales hacía unas dos o tres semanas y se dispuso a iniciar la explotación minera antes de que el gobierno hubiera aprobado los procedimientos y la seguridad física y medioambiental.

"El responsable regional de minería les visitó y les impidió realizar la explotación, ya que estaba trabajando en los procedimientos requeridos", declaró.

El grupo desafió la orden, añadió, y empezó a minar a última hora del viernes, antes de que parte de la zona se derrumbara y los sepultara en su interior.

El gobierno lleva años trabajando para mejorar la seguridad de los pequeños mineros, pero en Tanzania, que es el cuarto productor de oro de África después de Sudáfrica, Ghana y Mali, sigue habiendo minería ilegal insegura y no regulada.