LONDRES, 18 sep (Reuters) - Una disputa sobre el comercio agrícola abrió el lunes una brecha entre Ucrania y algunos de sus aliados más fuertes en la Unión Europea, después de que tres Estados miembros impusieran medidas unilaterales para restringir las importaciones procedentes del país devastado por la guerra.

Polonia, Eslovaquia y Hungría anunciaron el viernes restricciones a las importaciones, después de que la Comisión Europea decidió no ampliar la prohibición de las ventas en los cinco países vecinos de Ucrania, entre los que también se encuentran Rumania y Bulgaria.

El ministro de Agricultura español dijo el lunes que la medida unilateral parecía ilegal, mientras que su par francés afirmó que ponía en entredicho la solidaridad europea.

Las autoridades ucranianas también anunciaron el lunes sus planes de demandar a Polonia, Hungría y Eslovaquia ante la Organización Mundial del Comercio.

La agencia de noticias PAP citó a Radoslaw Fogiel, presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores del Parlamento polaco, afirmando que la decisión de Ucrania de demandar a Polonia tendría "repercusiones negativas en Polonia" y que Ucrania debía ser consciente de ello.

Como la mayoría de los países de Europa central y oriental, Polonia y Eslovaquia han sido algunos de los aliados más fuertes de Kiev en su lucha contra la invasión rusa desde febrero de 2022. La postura de Hungría ha sido más ambivalente, ya que es el único miembro de la UE y de la alianza de la OTAN que mantiene estrechas relaciones con Moscú, que sigue siendo la principal fuente de su petróleo y gas natural.

Pero las exportaciones de grano han sido un área de fricción en toda la región.

La guerra de Ucrania con Rusia ha interrumpido su capacidad de exportar productos agrícolas a través de sus puertos del mar Negro, lo que ha provocado un aumento de los envíos por carretera, ferrocarril y barcaza a través de sus cinco vecinos de la UE.

Los agricultores de esos países protestaron porque estos envíos distorsionaban los mercados locales, lo que llevó a la UE a aprobar restricciones comerciales, aunque permitiendo el tránsito, hasta el 15 de septiembre.

El ministro de Agricultura español, Luis Planas Puchades, dijo que corresponde a la Comisión Europea juzgar si las prohibiciones unilaterales han infringido alguna ley, pero afirmó que las medidas parecen ilegales.

El ministro de Agricultura francés, Marc Fesneau, también criticó las medidas.

"Para que haya solidaridad tiene que haber unidad... Tenemos que mantener los dos elementos, de lo contrario el proyecto europeo está en peligro. El mercado único es un elemento fundamental", dijo.

El primer ministro rumano, Marcel Ciolacu, afirmó el lunes que su país buscaría extender por 30 días una prohibición comercial sobre cereales ucranianos si aumentan las solicitudes de importación. Ciolacu dijo que Rumania no había visto solicitudes para importar grano de Ucrania desde el viernes y que no quería que se repitiera la situación de principios de año que afectó a los agricultores de su país.

"El primer ministro ucraniano prometió enviar hoy la propuesta de licencias de exportación, que discutiremos", dijo Ciolacu. "Si hay solicitudes de exportación a Rumania, pediré a los ministros de Agricultura y Economía que redacten una orden para prorrogar la prohibición durante un periodo de 30 días hasta que se aclaren las cosas".

El Parlamento búlgaro votó a favor de levantar la prohibición de exportar cereales ucranianos la semana pasada.

(Reporte de Julia Payne en Bruselas, Luiza Illie en Bucarest, Tom Balmforth y Pavel Polityuk en Kiev y Sybille de La Hamaide en París. Escrito por Nigel Hunt; Editado en Español por Manuel Farías)