El hidróxido de cobalto se produce en el Congo, donde es un subproducto del cobre. Los precios del hidróxido suelen citarse como un porcentaje del precio del metal, conocido como "pagadero".

Según Benchmark Mineral Intelligence (BMI), los pagaderos en agosto cayeron al 46% del precio del cobalto metálico, en comparación con alrededor del 90% a finales de 2021 y principios de 2022, cuando el cobalto metálico cotizaba en torno a los 60.000 dólares la tonelada métrica.

Actualmente, el cobalto cotiza en torno a los 32.000 dólares la tonelada.

"Es poco probable que veamos volver los precios a los niveles de 2022 hasta que la demanda sea capaz de ponerse al día con el enorme volumen de cobalto disponible en este momento", dijo Roman Aubry, analista de BMI, que espera un excedente de mercado de cobalto de 17.000 toneladas este año.

"Sin embargo, al ritmo al que avanza la industria de los vehículos eléctricos, esperamos que la demanda supere a la oferta de forma bastante sustancial en 2027".

El aumento de la producción de Indonesia, donde el cobalto es un subproducto del níquel, también está contribuyendo a los excedentes.

El BMI estima que los suministros de cobalto de Indonesia se duplicarán con creces hasta superar las 19.000 toneladas este año con respecto al pasado, mientras que los de la RDC aumentarán más de un 14% hasta las 169.000 toneladas o el 72% del total mundial, con casi 223.000 toneladas.

Los suministros del Congo se han visto impulsados por la reanudación en julio de los envíos de cobalto y cobre de la mina Tenke Fungurume (TFM) del grupo chino CMOC, tras un parón de un año provocado por una disputa con el gobierno.

Mientras tanto, la demanda está creciendo, pero no tan rápido como los suministros, en parte debido a la debilidad de las ventas de productos electrónicos de consumo, como teléfonos móviles y ordenadores portátiles, que utilizan baterías que contienen cobalto.

También es un viento en contra el cambio a baterías más baratas de litio fosfato de hierro (LFP) y el alejamiento de las que utilizan cátodos de níquel, cobalto y manganeso (NCM), en las que también se está reduciendo el contenido de cobalto en favor del níquel para mejorar la autonomía.

"Estos acontecimientos plantean retos a largo plazo para la demanda de cobalto", señalan los analistas de Morgan Stanley en una nota. "Vemos que los precios del cobalto seguirán bajo presión a medida que se produzca el crecimiento de la oferta y el desabastecimiento de CMOC".

Morgan Stanley prevé excedentes de mercado de cobalto de 47.061 toneladas este año, 74.800 en 2024 y 92.660 en 2025.