El multimillonario cabecilla del gobernante partido Pheu Thai ha estado hospitalizado desde su regreso en agosto tras 15 años de exilio autoimpuesto, después de quejarse de opresión en el pecho y tensión alta a las pocas horas de llegar a una cárcel de Bangkok para cumplir ocho años de condena por abuso de poder.

La sentencia de Thaksin fue conmutada por un año tras un indulto real y puede optar a la libertad condicional a finales del mes que viene. El departamento penitenciario dijo que debía seguir recibiendo atención especializada.

"Si surgiera algún brote que pudiera poner en peligro su vida, podría recibir tratamiento de inmediato", señaló en un comunicado.

El populista de 74 años ha estado en el centro de 17 años de agitación intermitente en Tailandia, desempeñando un papel evidente desde el exilio en la formación de una sucesión de gobiernos dirigidos por su familia y sus aliados empresariales tras su destitución por los militares y su condena en rebeldía por conflictos de intereses.

El departamento penitenciario ha sido objeto de críticas en medio del escepticismo generalizado sobre el alcance de los problemas de salud de Thaksin, y sus oponentes políticos afirman que se le permite eludir la cárcel y piden que se hagan públicos sus historiales médicos.

Para el viernes está prevista una protesta por el hecho de que se haya librado a Thaksin de ir a la cárcel, mientras que un comité de la policía parlamentaria que estudia las quejas sobre el tratamiento especializado dijo que tiene previsto visitar el hospital.

Un portavoz del hospital dijo que no se permitiría a la comisión visitar la planta donde se trata a Thaksin. No fue posible contactar inmediatamente con el abogado de Thaksin para que hiciera comentarios.

El magnate de las telecomunicaciones recibió un recibimiento de estrella de rock como fugitivo en su cacareado regreso a Tailandia el 22 de agosto, con multitudes aclamando su llegada en jet privado y policías saludándole antes de escoltarle al tribunal y luego a la cárcel.

El mismo día, su aliado y magnate inmobiliario Srettha Thavisin fue elegido primer ministro por el parlamento y desde entonces ha seguido la misma agenda populista que los anteriores gobiernos de Shinawatra. Thaksin ha negado en repetidas ocasiones las acusaciones de que se dedica a la política y afirma que está retirado.