Se prevé que el saldo presupuestario primario de Japón se mantenga en números rojos en el ejercicio fiscal 2025/26, cuando los responsables políticos esperaban lograr un superávit, según las estimaciones de la Oficina del Gabinete, lo que pone de relieve los elevados costes del servicio de una deuda pública récord.

El saldo primario - una medida clave de cuánto financian los gobiernos nacionales y locales de Japón las medidas políticas sin depender de la deuda - se estimó en un déficit de 1,1 billones de yenes (7.440 millones de dólares), frente a la previsión anterior de 1,3 billones de yenes de déficit vista en julio.

Cargado con la peor deuda pública del mundo industrializado, con más del doble del tamaño de su economía, Japón se ha centrado en mejorar su presupuesto primario, pero los costes del servicio de la deuda y los gastos relacionados con el COVID han obstaculizado sus esfuerzos.

El gobierno se ha propuesto situar su saldo presupuestario primario, que excluye las nuevas ventas de bonos y los costes del servicio de la deuda, en números negros para el año fiscal que finaliza en marzo de 2026.

El presupuesto primario de Japón ha sido ampliamente deficitario en la era de la posguerra, con la excepción del periodo de burbuja de activos entre 1986 y 1991.

Tras haber retrasado la meta varias veces, las previsiones de la Oficina del Gabinete muestran que Japón tiene de nuevo pocas probabilidades de equilibrar el presupuesto primario para el año objetivo, una opinión compartida ampliamente por los economistas del sector privado.

La última estimación reflejaba un crecimiento del PIB nominal superior al previsto, así como una racionalización del gasto, factores ambos que contribuyeron a mejorar ligeramente el equilibrio presupuestario, mientras que la mayor inflación y el gasto de estímulo desplegado a finales del año pasado impulsaron el gasto.

Las estimaciones partían de la base de que la economía japonesa alcanzaría un crecimiento real del PIB del 1,3% - un nivel observado durante los ejercicios fiscales de 1980 a 1990 por término medio, con unos precios al consumo del 2,0% y unos tipos de interés nominales a largo plazo del 0,9%El crecimiento de Japón ha rondado por debajo del 1% en la última década.

Por otro lado, asumiendo la actual tasa de crecimiento y la trayectoria de la inflación, el saldo primario podría deteriorarse hasta alcanzar un déficit de 2,6 billones de yenes, según las estimaciones de la Oficina del Gabinete.

(1$ = 147,9000 yenes) (Reportaje de Yoshifumi Takemoto; Redacción de Tetsushi Kajimoto Edición de Shri Navaratnam)