La OTAN debe esforzarse más por establecer normas comunes para las armas y municiones, declaró su jefe el miércoles, mientras la alianza intenta impulsar la producción de defensa en medio de una contraofensiva ucraniana que probablemente agotará aún más las reservas militares occidentales.

Al anunciar un Plan de Acción de Producción de Defensa diseñado para "hacer frente rápidamente a la escasez de nuestros stocks", el Secretario General de la OTAN, Jens Stoltenberg, dijo que el plan también pretendía mejorar la interoperabilidad en las municiones y equipos de la alianza.

El jefe de la OTAN advirtió en febrero que Kiev estaba consumiendo proyectiles de artillería mucho más rápido de lo que Occidente podía producirlos. Pero la falta de normas comunes entre los distintos fabricantes ha obstaculizado el flujo de suministros de municiones.

"La normalización es una responsabilidad fundamental de la OTAN, siempre hemos trabajado duro en ello", dijo Stoltenberg. "Pero como las municiones y las armas se desarrollan y perfeccionan constantemente, eso a veces socava su interoperabilidad. Por eso tenemos que hacer más".

Mientras que la OTAN aplica normas para los proyectiles disparados por armas pequeñas como los fusiles de asalto, lo que permite a las tropas de todos los aliados utilizar las municiones de los demás, no es tan fácil en el caso de los proyectiles de artillería.

Aunque algunos grandes países de la OTAN han acordado ciertas normas para los proyectiles de 155 mm utilizados por los obuses, a menudo se necesitan cálculos adicionales para alcanzar un objetivo con la precisión requerida, afirman los expertos.

Stoltenberg hablaba antes de una reunión de dos días de los ministros de defensa de la alianza en Bruselas el jueves y el viernes que, por primera vez, incluirá a

conversaciones con los jefes

de unas 20 de las principales empresas de defensa del mundo.

Las conversaciones se centrarán en cómo impulsar la producción de lo que la OTAN denomina municiones "decisivas para la batalla", que incluyen los proyectiles de artillería de 155 mm de los que los obuses ucranianos disparan miles de cartuchos al día.

También incluye misiles para sistemas de defensa antiaérea como el Patriot o el NASAMS y municiones de ataque profundo guiadas con precisión, misiles con un alcance de cientos de kilómetros como el Storm Shadow británico.

La OTAN ya cuenta con un programa conjunto de adquisición de proyectiles de 155 mm por valor de mil millones de dólares en total al que pueden sumarse los aliados, pero la alianza pretende llenar sus existencias de forma más amplia.

Stoltenberg dijo que esperaba que los ministros acordaran el viernes nuevos objetivos para el almacenamiento de municiones de combate, tras un anuncio que hizo en febrero.

"Lo que vimos fue que los objetivos de capacidad existentes que tenemos para todos y cada uno de los aliados... eran demasiado bajos", dijo, y añadió que este tipo de municiones era quizá en el que la OTAN se enfrentaba a las carencias más importantes.

Stoltenberg no dio cifras. El almacenamiento de municiones es, por razones de seguridad, uno de los secretos mejor guardados de la alianza. (Reportaje adicional de Dominique Vidalon, Benoit Van Overstraeten y Charlotte Van Campenhout; Edición de Toby Chopra)