28 jun (Reuters) - El asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, se puso en contacto con Moscú para hablar de las embajadas de Rusia y Estados Unidos, y ambas partes están en conversaciones sobre el tema, dijo el miércoles el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov.

Las embajadas de ambos países se han reducido severa y recíprocamente en los últimos años a medida que las relaciones han empeorado, sobre todo desde que Rusia arrebató Crimea a Ucrania en 2014, y especialmente después la invasión de Moscú al país vecino el año pasado.

El personal diplomático estadounidense en Rusia es ahora una décima parte del que había en 2017 (1.200 personas), y aproximadamente la mitad son infantes de marina u otros guardias de seguridad.

Podría decirse que las relaciones tocaron fondo en marzo con la detención del periodista estadounidense Evan Gershkovich, acreditado en Rusia por el Wall Street Journal, bajo sospecha de espionaje, acusación que su empleador y el Gobierno estadounidense han rechazado.

Tampoco hay indicios de que las potencias vayan a reanudar los esfuerzos de control de armamento, después de que el presidente Vladimir Putin suspendiera en febrero la participación de Moscú en el tratado de armas nucleares New Start, el último pacto armamentístico que queda entre Estados Unidos y Rusia.

Las conversaciones previstas sobre la reanudación de las inspecciones en virtud del tratado se habían cancelado previamente, con Rusia alegando que no tenía sentido debatir este asunto sin incluir cuestiones estratégicas más amplias.

El miércoles, en el texto de una entrevista con la televisión rusa publicada por el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, Lavrov insinuó algunas de ellas.

"Nadie quiere una guerra nuclear, pero no en vano (...) se crearon contrapesos en forma de los tratados de los que hablamos: (sobre) defensa antimisiles, misiles de alcance intermedio y más corto y el Tratado sobre Armas Estratégicas Ofensivas (New Start)", declaró.

A pesar de la profunda congelación de las relaciones, ha habido algunos indicios de que se mantienen los contactos.

(Reporte de Kevin Liffey. Editado en español por Adia Pelaéz-Fernández)