El aumento gradual de la producción de la OPEP+, que allana el camino a una política menos acomodaticia del cártel ampliado, queda así relegado a un segundo plano, ya que los operadores prefieren ver el vaso medio lleno.

Al fin y al cabo, los últimos informes mensuales de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) y de la OPEP pueden aliviar la incertidumbre en torno a la demanda. Gracias a una coyuntura económica más favorable, la AIE ha revisado al alza su previsión de crecimiento de la demanda de petróleo en 2021 en casi 230.000 barriles diarios, hasta los 96,7 millones de barriles diarios (mbd). Representativa de la mejora del equilibrio entre la oferta y la demanda, la Institución subraya que las existencias de los países de la OCDE registraron en febrero su séptimo mes consecutivo de caída. Un escenario más favorable compartido por la OPEP, que también elevó su previsión de demanda en 190.000 barriles diarios hasta los 96,3 mbd. 

Evolución de las existencias totales de la OCDE - fuente: AIE

Por último, conviene seguir de cerca la evolución de las tensiones geopolíticas que vuelven a estar en el centro de la atención. Pocos días después de un "ciberataque" a una de sus instalaciones nucleares, que Teherán atribuyó a Israel, la República Islámica anunció que daría un paso adelante en el enriquecimiento de su uranio. 

Semanalmente, el Brent se ha consolidado horizontalmente durante las últimas cuatro semanas entre 62 y 65 dólares. La tendencia alcista podría reanudarse si se supera la marca de 65 dólares. Por lo tanto, sería prudente esperar a que esto ocurra antes de dirigirse a la zona de los 70 dólares, es decir, a los máximos anuales.