La actual desaceleración económica hace temer por la demanda de petróleo, sobre todo en China, cuya demanda se resiente por su inflexible política sanitaria para combatir la propagación del Covid-19.  En este contexto, el nuevo aumento de la inflación en Europa y Estados Unidos no ayuda, ya que es probable que los bancos centrales tengan que mantener una política muy agresiva de subidas de tipos, en detrimento de la actividad económica y de los activos de riesgo.

En este sentido, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) sostiene en su último informe que se espera que la demanda china caiga en 420.000 barriles diarios este año, su primer descenso en 32 años. Por ello, la AIE ha revisado ligeramente a la baja sus previsiones de crecimiento de la demanda, esperando un aumento total de 2 millones de barriles diarios (mbpd) en 2022 (frente a los 2,1 mbpd anteriores), hasta los 99,7 mbpd. Quedémonos con las previsiones de la OPEP, que las ha dejado sin cambios para 2022 y 2023. El cártel se muestra así optimista, ya que, según sus modelos, la demanda de crudo debería aumentar en 3,1 mbpd en 2022 y en 2,7 millones de bpd en 2023, hasta 100 y 102,70 mbpd respectivamente. Sin embargo, estas previsiones no impiden que la OPEP aumente la producción volviendo a las cuotas de agosto, una maniobra más bien simbólica que pretende sostener el precio del barril, que ha caído alrededor de un 25% desde junio.

¿Nos dirigimos a una disminución de la oferta mundial? La pregunta merece ser formulada ya que la producción estadounidense debería permanecer estable dada la estabilización del número de perforaciones activas. En cualquier caso, la producción debería estabilizarse, en el mejor de los casos, en sus niveles actuales y, como hemos visto, los países de la OPEP se niegan a producir más si los precios se debilitan. En cuanto a la oferta, Estados Unidos sigue recurriendo a sus reservas estratégicas para combatir el aumento de los precios de la energía. Se espera que en noviembre salgan diez millones de barriles. En total, a principios de diciembre se liberarán 165 millones de barriles de las reservas estratégicas, de los 180 millones anunciados en marzo. De lo contrario, este mecanismo pronto llegará a su fin, ya que las reservas estratégicas nacionales tendrán que reponerse tarde o temprano.

Gráficamente, en datos semanales, el Brent ha registrado una fuerte corrección en los últimos tres meses. Los precios parecen haber tocado fondo en torno a los 90 dólares. Por tanto, podría producirse un rebote con la línea de 105 dólares a la vista.