La suspensión levanta una nube sobre la producción de petróleo en la primera plataforma petrolífera en alta mar de la nación. Exxon había dicho que si no se concedía la suspensión podría detener la producción en la instalación, lo que costaría a los socios del proyecto 350 millones de dólares al mes en ingresos perdidos.
El juez dijo que el grupo, que incluye a Hess Corp y a la china CNOOC, debía proporcionar una garantía de 2.000 millones de dólares en 10 días, o de lo contrario se levantaría su suspensión.
Exxon acordó recientemente proporcionar los 2.000 millones de dólares en garantías de afiliados para la operación en alta mar que va más allá de la cobertura original de responsabilidad medioambiental, según declaró al tribunal.
El juez Rishi Persaud dijo durante la vista que un "cuadro condenatorio" de pérdida de ingresos y "consecuencias devastadoras en caso de suspensión del permiso" le habían llevado a conceder la suspensión.
Un tribunal inferior había dictaminado en un caso presentado por residentes que el consorcio había incumplido las obligaciones de seguro de su primer proyecto petrolífero en alta mar.
Exxon y el gobierno de la nación - que recibe regalías del proyecto y una parte de los beneficios - apelaron esa sentencia, argumentando que había suficiente protección.
La empresa acogió con satisfacción la decisión, que según un portavoz "beneficia a todas las partes implicadas".
"Es una cuestión de importancia nacional, en particular para miles de trabajadores guyaneses y cientos de empresas locales que dependen de la industria del petróleo y el gas", declaró el portavoz.
Un abogado de la Agencia de Protección del Medio Ambiente (EPA) del país, que se opuso a la conclusión del tribunal inferior de que Exxon había incumplido el requisito del permiso, acogió con satisfacción la suspensión.
La agencia solicitará una vista completa ante el tribunal de apelaciones para que se desestime el fallo inicial, dijo.
"El concepto de una garantía ilimitada es opresivo y, en mi humilde opinión, ilegal", declaró Sanjeev Datadin a Reuters.
