"El mensaje más importante es que el consejo de supervisión y el comité ejecutivo... están completamente de acuerdo en que nuestro director general Herbert Diess está liderando la implementación de nuestra estrategia", dijo el director financiero Frank Witter en unas declaraciones que fueron leídas en una llamada con periodistas el jueves.

Witter reconoció que "el humo que sale de Wolfsburg" es una muestra de lo difícil que resulta equilibrar los intereses de las distintas partes interesadas en la empresa.

Diess ha presionado durante meses para reducir los costes en las operaciones alemanas del fabricante de automóviles, chocando repetidamente con los representantes de los trabajadores, que controlan nueve de los 19 puestos del consejo de administración de VW, conocido en Alemania como consejo de supervisión.

En junio, Diess se vio obligado a pedir disculpas al consejo de administración tras acusar a un miembro de filtrar información confidencial a la prensa.

A raíz de este enfrentamiento, Diess entregó la responsabilidad de la gestión del núcleo de la marca VW al veterano interno Ralf Brandstaetter.

"Créanme, su ambición y su afán de cambio rápido y duradero permanecen inalterados", dijo Witter el jueves.

Días después de que Diess renunciara a su supervisión directa de la marca VW, el fabricante de automóviles dio a conocer una serie de otros cambios que afectan a una red de gestores externos que Diess había traído para aumentar la eficiencia en el fabricante de automóviles.

El poderoso jefe de personal de Volkswagen, Bernd Osterloh, salió entonces a la calle para decir a los inversores que el fabricante de automóviles no necesita mayores recortes de costes en Alemania.

En junio, VW dijo que Bernhard Maier, presidente de la marca de valor de Volkswagen, Skoda, y Stefan Sommer, jefe de compras de la empresa, además de Andreas Renschler, que dirigía la división de camiones, dejarían Volkswagen.