Dos años después del inicio del conflicto en Ucrania, Coca-Cola y otras multinacionales que habían anunciado su retirada de Rusia siguen operando allí. Los productos de estas empresas siguen llegando a Rusia, a menudo a través de terceros países como Kazajstán o Georgia, que se amparan en una ley rusa que autoriza las importaciones paralelas sin el acuerdo de los propietarios de las marcas.
 
Aunque Coca-Cola ha cesado oficialmente su producción en Rusia, su embotellador local ha lanzado variantes nacionales como "Dobro Cola", que es ahora el refresco más popular del mercado. Coca-Cola posee el 20% de este embotellador, pero parece tener poca influencia en esta producción local. Pepsi también mantiene su presencia con marcas locales.
 
Estas marcas, antaño símbolos de la apertura de Rusia a Occidente, conservan vínculos que les permitirían reintroducir sus productos clásicos si la situación cambia. A pesar de las sanciones internacionales, el impacto sobre la presencia de las marcas de consumo occidentales en Rusia parece limitado, lo que refleja la complejidad de desvincularse completamente del mercado ruso.
 
Bloomberg TV proporcionado por MT Newswires

Vídeos de Bloomberg