Un día después del desmantelamiento de un enorme monumento de la época soviética en Kiev que pretendía simbolizar la amistad entre Rusia y Ucrania, el ayuntamiento dijo el miércoles que había elaborado una lista de 467 lugares que podrían considerarse para cambiar de nombre.

Entre ellos figuraban una plaza central con el nombre del escritor del siglo XIX León Tolstoi y una calle con el nombre del lago Baikal de Rusia. Una carretera con el nombre de Minsk, la capital de Bielorrusia, estrecho aliado de Rusia, también estaba en la lista.

Desde que Ucrania declaró su independencia de la Unión Soviética en 1991, los nombres de algunas ciudades se han cambiado para borrar el legado de los odiados funcionarios soviéticos. Algunos funcionarios quieren ahora eliminar los nombres de autores, poetas y cordilleras rusas.

Ihor Terekhov, alcalde de la ciudad ucraniana oriental de Kharkiv, dijo el miércoles que tan pronto como la guerra con Rusia terminara, presentaría un proyecto de ley al consejo de su ciudad para renombrar los lugares con nombres afines a Rusia.

"Incluso sin estos nombres, habrá demasiadas cicatrices que nos recordarán durante mucho tiempo qué clase de vecino hay más allá de nuestras fronteras orientales y septentrionales", escribió en la aplicación de mensajería Telegram.

Las ciudades y pueblos del norte de Ucrania han iniciado el proceso de cambiar el nombre de las calles por el de las unidades del ejército que las defendieron.

Según una propuesta del gobernador de la región de Chernihiv, las calles o plazas de la capital regional serán rebautizadas con el nombre de la 1ª Brigada de Tanques Separados.

El ministro de Cultura, Oleksandr Tkachenko, advirtió la semana pasada del peligro de eliminar de forma generalizada todo lo que esté relacionado con Rusia.

Citando como ejemplo al novelista ruso de origen ucraniano Nikolai Gogol, dijo que algunas "figuras... pertenecen al acervo global del patrimonio (cultural)".

Moscú califica su acción militar de "operación especial" para desarmar a Ucrania y derrotar a los fascistas. Ucrania y Occidente dicen que la acusación de fascismo es infundada y que la guerra es un acto de agresión no provocado.