Esencial para el comercio, la importación de alimentos y la seguridad nacional, el transporte marítimo es fundamental para todas las economías del mundo. En las rutas Asia-América del Este y Europa-Asia, depende esencialmente del buen funcionamiento de los canales de Suez y Panamá. Al menos el 18% del volumen del comercio mundial en todos los sectores (petróleo y GNL, cereales, bienes de consumo, metales y materiales, etc.) pasó por estas dos rutas el año pasado. Su bloqueo multiplica los factores de encarecimiento del transporte.

  • Costes debidos a trayectos más largos: eludir los continentes requiere más combustible y la movilización de tripulaciones y buques durante más tiempo. Por ejemplo, las interrupciones del Canal de Suez han alargado los plazos de entrega en unos 10 días desde noviembre para Ingka Holding, propietaria de IKEA, y las tarifas diarias de los petroleros que navegan de Asia a América eran un 67% más altas en enero que en 2023, según datos de la empresa británica de corretaje Braemar.

  • Retrasos por restricciones de paso: el Canal de Panamá, que solía permitir 36 cruces diarios, redujo este número a 24 en noviembre y tenía previsto reducirlo a 18 en febrero (según el Wall Street Journal). En enero, los tránsitos de buques por el Canal de Panamá cayeron un 36% con respecto a enero de 2023, lo que alargó aún más las colas.

  • Peajes: los impuestos que pagan los barcos son ahora mucho más caros que en épocas normales. Una travesía del Canal de Panamá suele costar unos 500.000 dólares, pero a reserva de subasta, algunos transportistas han pagado hasta 4 millones de dólares más para garantizar su paso este año, según Dorian LPG, transportista de propano y butano. En enero, el Canal de Suez registró unos ingresos de 428 millones de dólares, frente a los 804 millones de enero de 2023. Panamá, por su parte, ha compensado parte de la reducción del tráfico subiendo los peajes.

  • Seguros de carga y escoltas armadas para protegerse de los ataques: en el Mar Rojo, no menos de 50 buques han sido atacados desde noviembre, y para los que deciden tomar esta ruta de todos modos, la contratación de guardias puede costar a los buques varias decenas de miles de dólares.

  • Aumento de los precios de los contenedores: como consecuencia lógica de todos los factores mencionados, los contenedores también escasean, ya que se movilizan durante períodos más largos y son menos seguros. El coste medio de un contenedor de 40 pies pasó de 1.380 dólares en noviembre a 3.000 o 4.000 dólares en enero, según Drewry Shipping. A mediados de enero, la francesa CMA-CGM anunció un aumento de sus tarifas de transporte de contenedores de Asia al Mediterráneo, duplicando los precios aplicados a principios de año.

A pesar de los bloqueos de los canales, la subida de precios para los transportistas ha tenido hasta ahora poco efecto en los consumidores finales, ya que ha sido absorbida en parte por los intermediarios y ahogada por la inflación actual.

Sin embargo, es probable que los consumidores lo noten más a largo plazo, ya que todos intentan preservar sus márgenes: el gigante naviero Maersk (que suele hacer entre 15 y 17 travesías semanales) y la petrolera BP Plc han cancelado todas sus travesías por Suez, por ejemplo. Tesla y Volvo detuvieron la producción de vehículos durante quince días en enero debido a la escasez de piezas, mientras que las empresas de ropa optaron por el transporte aéreo para garantizar la puntualidad de las entregas.

En febrero, la OCDE estimó que la reciente subida de los costes del transporte por vías navegables interiores podría añadir 5 puntos porcentuales al aumento anual de los precios de importación en la zona OCDE, lo que representaría una subida del 0,4% de la inflación de los precios al consumo durante el próximo año.

Precios de las acciones de una selección de grandes compañías navieras:

Relaciones sino-estadounidenses: ¿nuevas tensiones en los precios?

Por si la situación no fuera suficientemente tensa, una coalición de organizaciones empresariales estadounidenses ha pedido recientemente al Gobierno que tome medidas para contrarrestar la hegemonía china en la construcción naval y la presencia portuaria, así como la competencia desleal en el sector marítimo. Entre las medidas propuestas figura el aumento de los impuestos a los buques construidos en China que atraquen en puertos estadounidenses. Es poco probable que esto suavice los precios para el usuario final.

Dando un paso atrás, esto plantea cuestiones sobre la vigilancia estadounidense de las principales vías navegables del mundo, el coste para la nación y el creciente poder naval de China. En las últimas décadas, la fuerza naval de Estados Unidos se ha visto mermada, mientras que Pekín ha adquirido fortalezas portuarias en los cuatro puntos cardinales del planeta, ya sea tomando posesión de ellas o financiándolas.En las últimas décadas, el poderío marítimo de Estados Unidos se ha visto erosionado, mientras Pekín se ha hecho con bastiones portuarios en todo el mundo, adquiriendo o financiando la ampliación de grandes terminales en África, Oriente Medio, América Latina, Europa y Asia-Pacífico, con el fin, entre otras cosas, de hacerse con el control de sus mercancías.

Otro factor que hace subir el precio de las mercancías que transitan por mar es la inversión que se necesita ahora en ciberseguridad. En febrero, la administración Biden prometió destinar varios miles de millones de dólares a este ámbito, temiendo los ataques y la toma de control de las infraestructuras portuarias por piratas informáticos, cruciales para el comercio y el abastecimiento de las naciones, tanto como para su seguridad.