Los ataques aéreos y de artillería en zonas residenciales se han intensificado a medida que la guerra entre el ejército sudanés y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) se acerca a la marca de los cinco meses, sin que ninguna de las partes haya declarado la victoria ni haya mostrado signos concretos de buscar una mediación.

Los drones llevaron a cabo una serie de intensos ataques aéreos el domingo por la mañana sobre el sur de Jartum, un amplio distrito de la ciudad ocupado principalmente por las RSF, según declaró a Reuters un testigo que presenció el ataque y que pidió no ser identificado por motivos de seguridad.

Las imágenes compartidas por un cuerpo de voluntarios locales llamado Sala de Emergencias del Sur de Jartum mostraban a muchas mujeres y hombres heridos, así como lo que parecían ser cadáveres cubiertos de tela, algunos amontonados.

Los residentes de la zona suelen ser jornaleros que, privados de trabajo, son demasiado pobres para permitirse el coste de escapar de la capital.

Mohamed Abdallah, portavoz de la Sala de Emergencias, que intenta proporcionar servicios médicos y de otro tipo, dijo que los heridos tenían que ser transportados en rickshaws o carretas tiradas por burros.

En un comunicado, la RSF acusó al ejército sudanés de llevar a cabo el ataque, así como otros ataques. El ejército sudanés negó su responsabilidad y culpó a la RSF.

"Sólo dirigimos nuestros ataques contra las agrupaciones y los puestos del enemigo en diferentes zonas", declaró a Reuters el general de brigada Nabil Abdallah.

Mientras las RSF se han desplegado por zonas residenciales de la capital, Jartum, y de las vecinas Bahri y Omdurman, el ejército ha utilizado su ventaja de artillería pesada y ataques aéreos para intentar hacerlas retroceder, lo que ha provocado cientos de víctimas civiles.

Los ataques en el oeste de Omdurman la semana pasada mataron al menos a 51 personas en dos días distintos. Con la mayoría de los hospitales cerrados y sin un gobierno local operativo, los voluntarios tienen dificultades para documentar el alcance total de las muertes.

La agencia de ayuda médica MSF, que gestiona el hospital de Bashair en el sur de Jartum, dijo en la red social X que el abarrotado mercado de Gorro había sido alcanzado a las 7 de la mañana y que al menos 60 personas habían resultado heridas. Los médicos habían dejado de intentar contar mientras operaban partes del cuerpo desgarradas.

"Jartum lleva casi seis meses en guerra. Pero aún así, los voluntarios... están conmocionados y abrumados por la magnitud del horror que ha golpeado hoy la ciudad", declaró la coordinadora de emergencias, Marie Burton.

El viernes, la sala de emergencias del sur de Jartum dijo en un comunicado que el hospital, uno de los pocos que seguían funcionando, estaba amenazado de cierre, ya que los suministros se habían agotado y el personal luchaba por llegar hasta él.

El ejército y las Fuerzas de Apoyo Rápido iniciaron los combates el 15 de abril, después de que surgieran tensiones sobre la integración de sus tropas en una nueva transición a la democracia. Aunque varios países han lanzado esfuerzos de mediación, ninguno ha conseguido poner fin a los combates.