El llamado "Deutschlandticket" costará unos 3.000 millones de euros, financiados tanto por el gobierno federal como por los de los estados, y Berlín promete mil millones de euros adicionales al año para ayudar a los estados a hacer frente al aumento de los precios de la energía y de los costes de personal.

"Atractivo, digital, sencillo: ahora está despejado el camino para la mayor reforma tarifaria del transporte público local en Alemania", declaró Wissing en un comunicado.

El billete, válido en autobuses y trenes, es el sucesor del muy popular billete de 9 euros que Berlín introdujo durante el verano y del que se vendieron 50 millones, cubriendo unos 1.000 millones de viajes al mes desde junio hasta finales de agosto.

Durante los tres meses que estuvo disponible el billete de 9 euros se evitaron unas 1,8 millones de toneladas de emisiones de dióxido de carbono, según la asociación alemana de empresas de transporte VDV.

(1 dólar = 1,0137 euros)