26 sep (Reuters) - El cultivo de mango en Italia se está extendiendo a medida que las temperaturas más cálidas y la perspectiva de mayores márgenes de beneficio llevan a un número creciente de agricultores a abandonar los cultivos tradicionales en favor de la fruta exótica.

Al comenzar la temporada de cosecha, los cultivos italianos de mango cubren este año 1.200 hectáreas, frente a las 500 de 2019 y las apenas 10 de 2004, según datos del lobby agrícola Coldiretti.

"La producción de frutas tropicales cultivadas en Italia, impulsada por el cambio climático, modificará profundamente el comportamiento de los consumidores y las opciones de inversión de las empresas agrícolas en los próximos años", dijo Coldiretti en un comunicado.

Aunque desde hace décadas existen pequeñas explotaciones de frutas tropicales en la isla de Sicilia, la producción se está extendiendo rápidamente a otras regiones del sur, como Apulia y Calabria.

Francesco Bilardi, de Reggio Calabria, empezó a plantar árboles de mango, aguacate y fruta de la pasión en 2020 junto a plantas de annona, que crecen típicamente en el estrecho de Mesina.

"Los cítricos son nuestra tradición, pero antes también eran una innovación", afirma Bilardi, que dirige la explotación con sus dos hermanos. "Para nosotros es normal mantener nuestras tradiciones añadiendo algo de innovación".

Mientras aumenta la producción de mango, plátano y aguacate, la tradicional cosecha de uva, mucho mayor en Italia, se ve amenazada este año por el mal tiempo y las enfermedades, y la producción de vino caerá un 12%.

Andrea Passanisi, que cultiva aguacates y mangos desde hace 17 años en las laderas del volcán Etna, en Sicilia, advirtió de que el clima extremo también es una amenaza para los productores de frutas tropicales como él.

"El verdadero problema del cambio climático son las estaciones impredecibles", afirmó.

El coordinador económico de Coldiretti, Lorenzo Bazzana, señaló que las frutas exóticas son tan vulnerables como las uvas y los cítricos a tormentas cada vez más frecuentes, lluvias torrenciales y largos periodos de sequía.

"Los productos tropicales no son la varita mágica que permite a los agricultores producir sin riesgos", afirmó.

(Editado en español por Juana Casas)