Los testigos también informaron de un fuerte aumento de la violencia en los últimos días en Nyala, la ciudad más grande de la región occidental de Darfur. La ONU dio la voz de alarma el sábado por la persecución étnica y el asesinato de personas de la comunidad masalit en El Geneina, en Darfur Occidental.

Jartum, la capital, y El Geneina han sido las zonas más afectadas por la guerra que estalló el 15 de abril entre el ejército sudanés y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (FPR), aunque la semana pasada las tensiones y los enfrentamientos se intensificaron en otras partes de Darfur y en Kordofán, en el sur.

Los combates se han intensificado desde que fracasaron una serie de acuerdos de alto el fuego acordados en las conversaciones dirigidas por Estados Unidos y Arabia Saudí en Jeddah. Las conversaciones se aplazaron la semana pasada.

Los residentes de las tres ciudades que conforman la gran capital - Jartum, Bahri y Omdurman - informaron de encarnizados combates desde la noche del sábado, que continuaron hasta la mañana del domingo.

El ejército, dirigido por Abdel Fattah al-Burhan, ha estado utilizando ataques aéreos y artillería pesada para intentar desalojar de los barrios de la capital a la RSF liderada por Mohamed Hamdan Dagalo, conocido como Hemedti.

"Desde primera hora de la mañana en el norte de Omdurman hemos tenido ataques aéreos y bombardeos de artillería y fuego antiaéreo de la RSF", dijo a Reuters por teléfono Mohamed al-Samani, un residente de 47 años. "¿Dónde están las conversaciones de Jeddah, por qué el mundo nos dejó morir solos en la guerra de Burhan y Hemedti?".

En Nyala, una ciudad que creció rápidamente a medida que la población se desplazaba durante el anterior conflicto que se extendió por Darfur después de 2003, los testigos informaron de un marcado deterioro de la situación de seguridad en los últimos días, con violentos enfrentamientos en barrios residenciales.

También se produjeron combates entre el ejército y la RSF la semana pasada en los alrededores de El Fashir, capital de Darfur del Norte, que según la ONU es inaccesible para los trabajadores humanitarios.

En El Geneina, que ha quedado casi totalmente aislada de las redes de comunicación y de los suministros de ayuda en las últimas semanas, los ataques de las milicias árabes y de la RSF han hecho huir a decenas de miles de personas por la frontera con Chad.

El sábado, la portavoz de Derechos Humanos de la ONU, Ravina Shamdasani, pidió un paso seguro para las personas que huyen de El Geneina y el acceso de los trabajadores humanitarios tras los informes de ejecuciones sumarias entre la ciudad y la frontera y el "persistente discurso de odio" que incluye llamamientos a matar a los masalit o expulsarlos.

De los desarraigados por el conflicto de Sudán, casi 2 millones han sido desplazados internamente y casi 600.000 han huido a países vecinos, según la Organización Internacional para las Migraciones.