Australia se enfrenta a un mayor riesgo de incendios forestales durante el verano que se aproxima, advirtieron el jueves las autoridades, ya que se espera que el patrón meteorológico de El Niño genere condiciones más cálidas y secas en amplias franjas del país.

Tres años de lluvias incesantes han incrementado la vegetación, pero las intensas olas de calor habituales durante el verano australiano de diciembre a febrero pueden convertirla rápidamente en matorral seco como la yesca, avivando los incendios. Según los expertos, el cambio climático ha amplificado los fenómenos meteorológicos extremos del país en los últimos años.

"En comparación con las perspectivas de primavera, más capitales se enfrentan ahora a un mayor riesgo", declaró en un comunicado el ministro de Gestión de Emergencias, Murray Watt, que instó a los residentes a actualizar sus planes contra incendios forestales y a preparar kits de emergencia y evacuación.

Australia sufrió en septiembre una intensa ola de calor primaveral que provocó decenas de incendios de matorrales, lo que llevó a las autoridades a decretar la prohibición de incendios en Sídney, aunque las recientes lluvias caídas en el este han sofocado muchos fuegos.

Se espera que esas condiciones de sequía récord y temperaturas superiores a la media continúen hasta bien entrado 2024, según indicó el jueves el Consejo Nacional de Servicios de Incendios y Emergencias en su perspectiva de incendios forestales.

Algunas zonas quemadas durante los incendios del "Verano Negro" de 2019-20, que destruyeron una superficie del tamaño de Turquía y mataron a 33 personas, podrían verse amenazadas de nuevo este verano, según el informe.

Australia declaró en septiembre un patrón meteorológico de El Niño, que suele traer lluvias por debajo de la media y temperaturas diurnas por encima de la media.

"Ahora nos enfrentamos a un verano potencialmente muy desafiante. Todo lo que vemos ahora está ocurriendo en el contexto del cambio climático en un planeta que ahora es más caluroso y volátil", dijo Simon Bradshaw, director de investigación de la organización independiente sin ánimo de lucro Climate Council.

Aunque las lluvias batieron récords en noviembre en algunos lugares del este de Australia, los expertos en clima prevén que la próxima temporada de incendios forestales será la peor en unos cuatro años.

La Oficina de Meteorología dijo que no era inusual tener tiempo húmedo durante El Niño, ya que aumenta pero no garantiza condiciones más secas.