Los cargos están relacionados con las acusaciones estadounidenses de que Avast, a través de su filial checa Jumpshot, recopiló información de navegación de los consumidores a través de las extensiones del navegador y el software antivirus de la empresa y la vendió sin la debida notificación o consentimiento.
Un portavoz de Avast dijo que la empresa había acordado pagar 16,5 millones de dólares para resolver las acusaciones de la FTC y que había cerrado voluntariamente Jumpshot y cesado sus operaciones en enero de 2020.
"Las disposiciones operativas del acuerdo ya son coherentes con los actuales programas de privacidad y seguridad de Avast", dijo el portavoz en un correo electrónico. (Reportaje de Ismail Shakil en Ottawa; Edición de David Gregorio)