El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, ha instado a los legisladores croatas de Bosnia a que dejen de retrasar la aprobación de la ley para construir un gasoducto de gas natural con Croacia, considerado como una alternativa al gas ruso, según informaron el jueves los medios de comunicación locales.

En una carta al ministro de Asuntos Exteriores de Bosnia, Elvedin Konakovic, fechada el 11 de enero y publicada por el portal de noticias istraga.ba, Blinken pedía a Konakovic que presionara a Dragan Covic, líder del HDZ, el mayor partido croata de Bosnia, "para que ponga fin a su obstrucción en este asunto".

Blinken dijo que había enviado la misma petición al ministro de Asuntos Exteriores de Croacia, Gordan Grlic-Radman.

Bosnia no tiene reservas de gas, pero utiliza gas natural hasta en un 8% de su consumo energético. Depende exclusivamente del suministro de gas ruso, que obtiene a través de Serbia por el gasoducto TurkStream.

El proyecto de construcción del gasoducto de interconexión sur, que llevará gas natural a Bosnia desde una terminal de GNL en la isla croata de Krk, fue aprobado hace dos años en la cámara baja del parlamento de la Federación bosnio-croata, pero ha sido bloqueado en la cámara alta.

La Federación bosnio-croata es una de las dos regiones autónomas que componen la Bosnia de posguerra. La otra región es la República Serbia.

La facción croata de la cámara alta del parlamento, o Cámara de los Pueblos, ha condicionado su aprobación del proyecto al establecimiento de un nuevo operador del sistema de transmisión que tendría su sede en la parte de Bosnia dominada por los croatas, a pesar de la existencia de dicho operador, la compañía BH Gas, en Sarajevo.

"Instamos a la Cámara de los Pueblos de la Federación de Bosnia-Herzegovina a que apruebe la ley sobre la interconexión meridional", declaró Blinken en la carta, que el gabinete de Konakovic confirmó haber recibido.

Blinken afirmó que las exigencias de Covic para la formación de un nuevo operador eran "duplicadas, económicamente inviables y ponían en peligro todo el proyecto". Una corrupción y una autoexplotación tan evidentes podrían poner en peligro el camino de Bosnia-Herzegovina hacia la UE".

"Estados Unidos no apoya ningún esfuerzo que socave el potencial de la Interconexión Meridional de Gas para proporcionar seguridad energética", afirmó Blinken en la carta.

Nadie en la HDZ estuvo inmediatamente disponible para comentar la carta. (Reportaje de Daria Sito-Sucic; Edición de Susan Fenton)