Los analistas regionales esperan que Blinken, que llegó el miércoles por la noche, presione en privado para detener el supuesto apoyo de Ruanda al grupo rebelde M23 sin aplicar inmediatamente sanciones ni bloquear la ayuda militar, como hizo Estados Unidos en circunstancias similares en 2013.

Un informe confidencial enviado al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas la semana pasada decía que las tropas ruandesas han estado luchando junto a los rebeldes del M23 en el Congo, y que Kigali ha estado proporcionando armas y apoyo al grupo desde noviembre.

El gobierno de Ruanda ha dicho que las conclusiones de la ONU, basadas en pruebas que incluyen testimonios de testigos e imágenes de drones, eran falsas, y que el M23 era responsabilidad del Congo.

Estados Unidos es un viejo aliado del presidente de Ruanda, Paul Kagame, pero Blinken dijo a los periodistas el martes en Kinshasa que estaba muy preocupado por los "informes creíbles" de que Ruanda ha proporcionado apoyo al M23.

El año pasado, la administración estadounidense dio a Ruanda 147 millones de dólares en ayuda bilateral, y 500.000 dólares para la paz y la seguridad.

"La exportación más importante de Ruanda es su reputación; eso es lo que atrae a Starbucks, eso es lo que atrae a Bill Gates y esa reputación está siendo maltratada en este momento", dijo Jason Stearns, director del Grupo de Investigación del Congo de la Universidad de Nueva York.

La visita de Blinken "llevará a una reevaluación de lo que está ocurriendo sobre el terreno", dijo Stearns a Reuters por teléfono.

Un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores de Ruanda sobre la visita de Blinken dijo que el país estaba comprometido a abordar los retos de seguridad en la región de los Grandes Lagos.

Ruanda se ha ganado el reconocimiento por su estabilidad, su facilidad para hacer negocios y sus avances en materia de desarrollo desde el genocidio de 1994, pero Kagame también ha suscitado críticas por reprimir a sus oponentes en el país y en el extranjero.

El jefe de la diplomacia estadounidense ha dicho que planteará la suerte de Paul Rusesabagina, un residente en Estados Unidos que fue condenado por un tribunal de Kigali a 25 años de prisión por cargos de terrorismo.

Rusesabagina se negó a participar en lo que llamó un juicio "falso", diciendo que había sido secuestrado y llevado a Kigali contra su voluntad.

El Ministerio de Asuntos Exteriores de Ruanda dijo que la detención y la condena de Rusesabagina eran legales según el derecho ruandés e internacional.