En virtud del acuerdo, AE Industrial Partners (AEI), una firma de capital privado especializada, añadirá capital fresco a la cartera nacida de la decisión de Boeing de crear su propio fondo de riesgo en 2017.

"La asociación con AEI y los futuros socios amplía nuestra base de inversores, permite a HorizonX invertir a un ritmo rápido y da a Boeing acceso a más innovaciones externas que nunca a través de esta colaboración en materia de inversiones", dijo el director de estrategia de Boeing, Marc Allen, en un comunicado.

El movimiento acelera los esfuerzos de Boeing para profundizar en la cartera de tecnología disponible para el gigante aeroespacial estadounidense, y aliviará la carga de apoyar el crecimiento futuro de HorizonX, que ha invertido en más de una docena de empresas.

HorizonX "necesita ir más rápido y necesita una pila de capital más grande para invertir en más empresas", dijo una persona familiarizada con el acuerdo.

Boeing seguirá siendo un inversor estratégico con una participación "significativamente mayoritaria" en el fondo inicial que se creará a partir de la escisión, que se espera que se llame AE HorizonX, dijo la persona.

Seguirá teniendo participaciones más pequeñas en cualquier fondo posterior que aporte más capital empresarial.

Según el acuerdo, Boeing aportará la cartera de HorizonX, valorada por fuentes del sector en varios cientos de millones de dólares. También aportará una perspectiva industrial especializada y recibirá acceso preferente a las innovaciones desarrolladas por las empresas de la cartera.

Boeing es uno de los varios grupos aeroespaciales que hasta ahora han tratado de mantener el control total de los esfuerzos para desarrollar tecnología a través de fondos de riesgo internos.

Pero los analistas han cuestionado la capacidad de las empresas aeroespaciales tradicionales para aportar las crecientes cantidades de tiempo y capital necesarias para generar avances significativos en tecnologías como la robótica y la movilidad.

"La cuestión principal es cómo afrontar la escala", dijo una fuente del sector.

Además, Boeing se enfrenta a la presión en su balance de unos 60.000 millones de dólares de deuda acumulada cuando la empresa tuvo que lidiar con una prohibición de seguridad de casi dos años de su 737 MAX, agravada por la pandemia de coronavirus.

AE Industrial Partners, con sede en Boca Ratón (Florida), gestiona más de 3.000 millones de dólares de capital social con un enfoque en el sector aeroespacial y de defensa, según su página web.

Boeing lanzó HorizonX en 2017 como una "célula de innovación centrada en la aceleración de tecnologías aeroespaciales potencialmente transformadoras", y en su momento dijo que sus inversiones sumarían decenas de millones de dólares al año.

Entre las inversiones de HorizonX estaba una participación de 20 millones de dólares en la empresa de turismo suborbital de Richard Branson, Virgin Galactic, que llevó al multimillonario empresario británico al borde del espacio el mes pasado.

Boeing también invirtió en el fabricante de aviones híbridos-eléctricos Zunum Aero, ahora en quiebra.

Algunos responsables del sector esperan más empresas conjuntas y asociaciones financieras a medida que las empresas aeroespaciales se enfrentan a retos como la descarbonización de la aviación y la revolución digital en la fabricación.