"Mientras evaluamos el futuro sistema financiero digital, es prudente considerar cómo preservar el fácil acceso del público a un dinero seguro del banco central, quizás a través del análogo digital de la emisión de moneda física de la Reserva Federal", dijo Brainard en un testimonio publicado antes de su comparecencia sobre el tema ante el Comité de Servicios Financieros de la Cámara de Representantes de Estados Unidos el jueves.

"Reconocemos que hay riesgos de no actuar, al igual que hay riesgos de actuar", dijo.

Los responsables de la política de la Fed siguen divididos sobre la necesidad de una moneda digital del banco central (CBDC) y acaban de finalizar un periodo de consulta pública de tres meses en el que se solicitan comentarios sobre la idea. La Fed también ha indicado que no lanzaría una sin un apoyo claro de la Casa Blanca y de los legisladores.

Esto la sitúa por detrás de sus otros grandes bancos centrales mundiales, como el BCE, el Banco de Japón y el Banco de Inglaterra, en el proceso de su posible adopción. China está probando actualmente su propio CBDC y en total nueve países han puesto en marcha uno y otros 87 están explorando la opción, según el Atlantic Council.

Los riesgos de las criptodivisas poco reguladas y de las stablecoins, cuyo valor se disparó durante la pandemia del COVID-19, han saltado a la palestra con la fuerte caída del mercado de las criptodivisas este mes, tras el desplome de la principal "stablecoin" terraUSD. La criptodivisa líder, Bitcoin, ha caído más del 50% desde noviembre.

"Estos acontecimientos ponen de manifiesto la necesidad de contar con unos claros límites reguladores que proporcionen protección al consumidor y al inversor, protejan la estabilidad financiera y garanticen unas condiciones equitativas para la competencia y la innovación en todo el sistema financiero", dijo Brainard.

A diferencia de las criptomonedas, que suelen ser gestionadas por actores privados, una CBDC sería emitida y respaldada por el banco central. Si Estados Unidos sigue adelante con la creación de una, dijo Brainard, debería diseñarse de manera que los bancos comerciales, dada su centralidad en el sistema financiero, no sean desintermediados, limitando, por ejemplo, la cantidad que un individuo podría poseer o transferir.

Brainard también argumentó que un CBDC estadounidense podría salvaguardar la importancia global del dólar.

Otros responsables políticos de la Fed, como el gobernador de la Fed, Christopher Waller, se muestran más escépticos y señalan que muchas transacciones en dólares ya son digitales, y también han planteado su preocupación por la privacidad.