El ministro de Finanzas, Audace Niyonzima, declaró que se prevé que el gasto aumente hasta los 3,95 billones de francos burundeses (1.410 millones de dólares) en el ejercicio fiscal 2023/24, frente a los 2,39 billones de 2022/23.

Los ingresos y las donaciones se prevén en un 47%, hasta los 3,22 billones de francos burundeses en 2023/24, frente a los 2,19 billones de francos burundeses anteriores. Se espera que el déficit presupuestario sea de 728.900 millones de francos burundeses, frente a los 197.400 millones anteriores.

Con una población de unos 12 millones de habitantes, la economía de Burundi depende sobre todo de la agricultura, en particular del té y el café.

Su economía está empezando a recuperarse de años de conflicto y agitación política bajo el mandato del anterior líder, Pierre Nkurunziza, que dejaron arruinados sectores clave.

Sufrió una escasez de divisas tras una crisis política en 2015 que llevó a los donantes a suspender la ayuda, pero en 2022 la Unión Europea acordó reanudar el apoyo financiero. Estados Unidos también ha prometido ayuda.

(1 $ = 2.801,3800 francos burundeses)