Las secuelas económicas de la pandemia del COVID-19 y las posteriores conmociones mundiales provocadas por la guerra en Ucrania han golpeado duramente a los países africanos, mermando el crecimiento económico y agravando sus posiciones de deuda soberana.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé que Camerún, país centroafricano productor de petróleo, registre un crecimiento económico del 4,3% este año, tras haberse desplomado hasta el 0,5% en 2020.

El Fondo ha clasificado a Camerún en una situación de alto riesgo de sobreendeudamiento, aunque en su revisión más reciente del programa de préstamos del país afirmó que, con una gestión y reformas fiscales activas, la deuda podría ser sostenible.

"Es necesario mejorar la cobertura del servicio de nuestra deuda con las exportaciones. Esa es la razón por la que estamos clasificados en una posición de alto riesgo de sobreendeudamiento", declaró Alamine Ousmane Mey, ministro camerunés de Economía, Planificación y Desarrollo Regional.

Hablaba en un acto organizado por el think tank Atlantic Council al margen de las reuniones de primavera del FMI y el Banco Mundial en Washington.

"Estamos trabajando para poder mejorar nuestras exportaciones mediante políticas de sustitución de importaciones para reducirlas, producir más y exportar más. Esto nos dará un mejor margen para la cobertura del servicio de la deuda", afirmó.

Camerún también ha relanzado las conversaciones con EE.UU. para poner fin a su suspensión de la iniciativa de la Ley de Crecimiento y Oportunidades para África (AGOA, por sus siglas en inglés), que concede a los países africanos que cumplen los requisitos un acceso libre de aranceles al mercado estadounidense.

El ex presidente Donald Trump suspendió a Camerún del programa a finales de 2019 por las "persistentes y graves violaciones de los derechos humanos reconocidos internacionalmente" por parte de las fuerzas de seguridad camerunesas.

Desde 2017, facciones de milicias secesionistas luchan contra las tropas gubernamentales en las dos regiones anglófonas del país, de mayoría francófona. El conflicto ha causado miles de muertos y casi 800.000 desplazados.

"Estamos trabajando en todas las cuestiones que se han planteado de forma abierta y muy transparente para poder limarlas y resolver los problemas", dijo Mey, refiriéndose a las conversaciones con funcionarios estadounidenses para reincorporarse a la AGOA.